¿Sabías que el 30% de los perros y gatos sénior presentan algún tipo de enfermedad crónica incipiente cuando se le hace una revisión rutinaria?1,2 En estos casos, como explica José Gómez, director médico de AniCura Iberia, la mascota «mantiene una vida normal y aparentemente sana, pero la enfermedad está presente».
¿A partir de qué edad se considera un perro o un gato mayor?
El impacto de la edad en cada animal depende mucho de la raza, pero en general se entiende que pasa a la fase sénior cuando alcanza el 75% de su esperanza de vida media. Por ejemplo, los perros pequeños como los chihuahuas o los yorkshire terriers, con una esperanza de vida de unos 12-15 años, se consideran viejos a partir de los 9-11. En cambio, los perros más grandes, con una esperanza de vida menor, como los san bernardo, que viven entre los 8 y los 10 años, a partir de los 6 ya se tratarían como mayores. Aun así, seguro que habrá signos de que tu perro se hace mayor.
En el caso de los gatos es diferente porque no suelen entrar tanto en juego las razas, y el tamaño entre unas y otras, en general, no varía tanto. En este sentido, las fases de la vida de un gato son más universales, y entre los 11-14 años ya se consideran sénior.
En los últimos años, gracias a los avances de medicina veterinaria, la esperanza de los animales domésticos ha aumentado enormemente, y con ello lo ha hecho la incidencia de muchas enfermedades.
¿Qué enfermedades afectan a los perros y gatos sénior?
Los problemas médicos más comunes entre los animales mayores son muy similares a los humanos. Destacan:
- La artrosis: la artrosis en perros es fundamentalmente por causas genéticas y los síntomas aparecen muy paulatinamente, haciendo que el perro se acostumbre y no muestre dolor. Lo mismo ocurre en el caso de artrosis en gatos.
- Patologías renales: la insuficiencia renal aguda en gatos, aunque también se puede dar en menor medida en perros, disminuye el correcto funcionamiento de los riñones de manera repentina y duradera. El animal se mostrará débil, dolorido y puede presentar síntomas gastrointestinales, como vómitos o diarrea o, incluso, neurológicos.
- Problemas cardiacos: las cardiopatías en perros pueden presentarse de manera muy diversas y con diferente gravedad. Los casos más graves en animales de avanzada edad pueden ocasionar insuficiencia cardiaca.
- Enfermedades endocrinas: como la diabetes en perros y gatos o el hipertiroidismo felino, son enfermedades del sistema endocrino donde el diagnóstico precoz es una de las claves para minimizar el impacto de la enfermedad.
- Cáncer: el cáncer en animales es una realidad tan común como en los humanos. Hay diferentes tipos y todos comienzan como una enfermedad silenciosa que es difícil detectar a tiempo.
Como hemos visto, la mayoría de estas enfermedades se manifiestan de manera muy silenciosa al principio, sin síntomas específicos. Es habitual que pasen desapercibidas si no se realizan revisiones rutinarias, y es solo en los estadios más avanzados cuando los cuidadores empiezan a detectar síntomas alarmantes.
«Esto supone una complicación porque comenzamos a tratarlas más tarde y vamos persiguiendo a la enfermedad en lugar de atajarla en sus inicios», comenta José Gómez.
Cómo cuidar a tu mascota mayor
En general, cuando un perro o un gato se va haciendo mayor, hay que adoptar medidas para adecuar el día a día a sus necesidades. Inevitablemente, cambiarán la actividad física, la alimentación, el juego o el descanso. Cada etapa de la vida requiere unas necesidades específicas.
Visitas al veterinario
Aunque las visitas rutinarias al veterinario deberían ser constantes a lo largo de toda la vida del animal, al llegar a la vejez estas deben aumentar:
José Gómez indica que "la importancia de la detección precoz de las enfermedades crónicas es una asignatura pendiente, aunque vamos realizando grandes progresos en la concienciación de los cuidadores sobre los problemas silenciosos que pueden afectar a nuestras mascotas sénior".
Adecuar la casa para tu mascota mayor
Inevitablemente, vas a tener que hacer cambios en casa para hacerla más cómoda y fácil para tu perro o tu gato sénior. Por ejemplo, será muy importante que les ayudes con las alturas: tu animal ya no tiene la agilidad que tenía antes, así que necesitará que pongas banquetas o puntos intermedios para que se suban a sus sitios favoritos, desde el sofá o la cama hasta una mesa o el alfeizar de una ventana.
Asegúrate de conseguir accesorios adecuados: boles más ergonómicos o areneros con un lateral más bajo para los gatos podrán ayudarles mucho en su día a día. Ten en cuenta también que con la edad irán perdiendo agilidad, quizá tu gato necesita que le cepilles más a menudo porque ya no se puede acicalar, y tu perro puede volverse más patoso y necesitar alfombrillas para no resbalar por zonas especialmente pulidas.
Descubre nuestra guía para acompañar a tu perro sénior y a tu gato sénior como necesitan.
Referencias
- Willems A, Paepe D, Marynissen S, Smets P, Maele IV de, Picavet P, et al. Results of Screening of Apparently Healthy Senior and Geriatric Dogs. J Vet Intern Med. 2017;31(1):81–92.
- Paepe D, Verjans G, Duchateau L, Piron K, Ghys L, Daminet S. Routine Health Screening Findings in apparently healthy middle-aged and old cats. J Feline Med Surg. 2013;15(1):8–19.