Las cardiopatías en los perros

Las cardiopatías abarcan una amplia variedad de enfermedades de diferente gravedad. Muchos ejemplares pueden tener cardiopatías leves que no ocasionan molestias por el momento y que no suelen necesitar medicamentos. Algunas cardiopatías empeoran con el tiempo y pueden, llegado el caso, provocar una insuficiencia cardíaca, lo que significa que el corazón se debilita y no puede trabajar como es debido.

Causa

Las cardiopatías suelen clasificarse en dos categorías:

  • Afecciones cardíacas congénitas, que son malformaciones 
  • Cardiopatías adquiridas, que se presentan más adelante en la vida.

Tanto las cardiopatías congénitas como las adquiridas pueden ser hereditarias.

Las cardiopatías congénitas pueden ser:

  • Defectos en el septo (defecto en el tabique interventricular o interauricular): es un orificio en el tabique que separa el ventrículo derecho del izquierdo o la aurícula derecha de la izquierda.
  • Displasia (displasia de la válvula mitral o tricúspide): válvulas deformes entre la aurícula y el ventrículo en el lado izquierdo o derecho.
  • Estenosis (estenosis aórtica o estenosis pulmonar): estrechamiento de la aorta o la arteria pulmonar en el tracto de salida del corazón.
  • Conducto arterioso persistente (CAP): conexión abierta entre la aorta y la arteria pulmonar, un vaso sanguíneo que normalmente se cierra al nacer.

Hay otras malformaciones que son menos comunes. Su gravedad varía, al igual que el pronóstico. A veces, un paciente presenta varias malformaciones diferentes. Algunos tipos de malformaciones son más comunes en determinadas razas.

Las enfermedades cardíacas adquiridas más comunes son:

  • Degeneración valvular mixomatosa (endocardiosis): engrosamiento de las válvulas entre la aurícula y el ventrículo. Generalmente es la válvula mitral, situada en el lado izquierdo, que no cierra (esto causa un reflujo de sangre en la direccion opuesta a la normal, ocasionando edema pulmonar dando como consecuencia el tipico sitnoma de insuficiencia cardiaca: tos). La enfermedad afecta generalmente a los perros de razas pequeñas y suele aparecer en la mediana edad del animal. Se han detectado componentes hereditarios en el spaniel Cavalier King Charles, que es una raza predispuesta a esta enfermedad.
  • Miocardiopatía (enfermedad del músculo cardíaco):
    • MCH (miocardiopatía hipertrófica): pared engrosada del ventrículo izquierdo. Afecta prácticamente solo a los gatos, pero puede presentarse en los perros en casos excepcionales. En los humanos, existe una enfermedad similar y se han identificado más de 450 mutaciones diferentes que causan la MCH.
    • MCD (miocardiopatía dilatada): El músculo cardíaco, especialmente en el ventrículo izquierdo, se debilita y no se contrae normalmente, haciendo que el corazón se agrande. Afecta con mayor frecuencia a perros de razas grandes. Es inusual entre los perros pequeños. Incluso la MCD tiene componentes hereditarios, aunque existen otras causas posibles pero más raras, como la disfunción de la glándula tiroides o el tratamiento con medicamentos citostáticos (quimioterapia).

Un número reducido de ejemplares presenta un soplo cardíaco sin que esto ocasione una falla cardíaca. En esos casos, el soplo cardíaco puede atribuirse a que el corazón bombea con más fuerza de lo normal o a la presencia de alteraciones tan leves que no pueden detectarse con una ecocardiografía. El signo más común de enfermedad cardíaca es el soplo cardíaco. Si se trata de una malformación congénita, ya suele estar presente en los cachorros. A veces, el soplo cardíaco es leve al principio y se agrava a medida que el corazón aumenta de tamaño. En algunos casos aislados, el soplo puede debilitarse o desaparecer por completo.

Algunos pacientes con MCD presentan soplo cardíaco debido a un corazón agrandado y dilatado, dado que las válvulas se han separado y ya no tienen contacto entre sí, tras lo cual se produce un reflujo de la sangre con soplo cardíaco.

Una degeneración valvular mixomatosa que es suficientemente fuerte para afectar al individuo genera siempre un soplo cardíaco. Al principio es leve y puede ser difícil de percibir, pero a medida que aumenta el reflujo de la válvula se intensifica el soplo cardíaco.

Pero la presencia de soplo cardíaco no significa necesariamente que el animal se siente enfermo del corazón.

Síntomas de la cardiopatía

Si la cardiopatía es suficientemente grave, puede causar diversos síntomas como debilidad, desmayos – muchas veces asociados con el esfuerzo –, dificultad para respirar, distensión abdominal o enflaquecimiento. 

Algunos perros viven con una enfermedad cardíaca durante toda su vida sin presentar síntomas.

Antes de tener un perro, debe comprobarse que haya sido examinado por un veterinario y que no presente signos de una enfermedad cardíaca.

Se recomienda pedir al veterinario que ausculte el corazón del animal una vez al año para determinar si ha surgido un soplo cardíaco desde el último examen.

¿Cuándo debe visitarse al veterinario?

Si un soplo cardíaco o alguno de los síntomas anteriores hacen sospechar una enfermedad cardíaca, se recomienda hacer un estudio cardíaco con un cardiólogo. Dado que muchas enfermedades cardíacas se agravan con el paso de los años, es habitual que se realicen exámenes de seguimiento anuales para determinar si es necesario iniciar un tratamiento.

Si los síntomas hacen sospechar una insuficiencia cardíaca (respiración rápida en reposo: más de 30 respiraciones por minuto, disnea, colapso o afección general), el perro debe llevarse inmediatamente al veterinario porque su vida corre riesgo.

Diagnóstico

Un estudio cardíaco incluye siempre la auscultación, normalmente una ecografía cardíaca (ecocardiografía) y, en ocasiones, una radiografía, un electrocardiograma y un análisis de sangre según los síntomas.

Tratamiento

Muchos pacientes con cardiopatías no necesitan tratamiento, al menos, no a una edad temprana.

Algunas cardiopatías se solucionan con cirugía. Esto ocurre si existe un estrechamiento de las válvulas de la arteria pulmonar (estenosis pulmonar), en cuyo caso se introduce un catéter hasta el corazón y se dilata el estrechamiento con un pequeño globo inflable, o un conducto arterioso persistente (CAP), en cuyo caso también puede introducirse un catéter y colocar un “tapón” en el vaso sanguíneo que debería haberse cerrado al nacer. También se puede cerrar un CAP con la apertura del tórax y la ligadura del vaso justo por encima del corazón. Sin embargo, este procedimiento es más extenso y doloroso para el paciente, con una convalecencia más larga. En general, es mejor hacer estas intervenciones tan pronto como sea posible, y antes de que surjan cambios secundarios en el corazón.

A la mayoría de los pacientes que necesitan un tratamiento para su cardiopatía se les prescribe medicamentos. El tratamiento se adapta especialmente a cada ejemplar según el tipo y grado de cardiopatía y los síntomas que se hayan presentado. Puede ser necesario cambiar el tratamiento después de un tiempo si la cardiopatía empeora. Para valorar esto se requieren controles regulares. En ese caso, el veterinario dará las instrucciones para el tratamiento adecuado.

El pronóstico varía mucho de un paciente cardíaco a otro. Desafortunadamente, las cardiopatías puede ser tan graves que, a pesar de iniciar un tratamiento, no puede ofrecérsele al animal una buena calidad de vida. Esto ocurre sobre todo en los ejemplares mayores, pero también en los jóvenes, especialmente si se trata de cardiopatías congénitas. 

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