Nuestras mascotas pueden desarrollar linfomas al igual que los humanos. Ignacio Molina, responsable del Servicio de Oncología de AniCura Estoril Hospital Veterinario nos alerta del riesgo que supone para los perros y nos aconseja sobre cómo actuar.
¿Qué causa el linfoma en perros?
El linfoma es un conjunto de enfermedades que tienen en común la proliferación maligna de linfocitos, un tipo de glóbulo blanco presente en la sangre. Pueden verse afectados los ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea y prácticamente cualquier tejido del organismo. Afecta sobre todo a perros de edad media y avanzada y, aunque cualquier tipo de perro puede padecer esta enfermedad, existen razas predispuestas como son los Boxers, Mastines, Bassets Hounds, San Bernardos, Terrier Escocés, Airedale Terrier, Golden Retriever y los Bulldogs.
¿Cuántos tipos de linfomas caninos hay?
Los linfomas pueden clasificarse en función de su localización anatómica. Así, el tipo de linfoma más frecuente en perros es el linfoma multicéntrico, caracterizado por el aumento de tamaño de todos los ganglios linfáticos del organismo. También encontramos linfoma cutáneo, digestivo, ocular, mediastínico…
Además, los linfomas también se clasifican en función del grado histológico en linfoma de bajo y de alto grado, mucho más agresivo y en función del tipo de tipo celular afectado, encontrando linfoma de linfocitos B y T.
¿Qué síntomas presenta un perro?
Los síntomas son variables. En ocasiones la detección de un ganglio linfático aumentado de tamaño se realiza en una consulta rutinaria, por ejemplo, cuando el perro viene a vacunar, por lo que estos animales se encuentran asintomáticos en el momento del diagnóstico. Otras veces, los animales presentan síntomas típicos de cáncer, como pérdida de peso, vómitos, diarreas, anemia, aumento del consumo de agua y del volumen de micción como consecuencia de un aumento del calcio en la sangre, lesiones cutáneas sin respuesta a tratamiento, tos… Los síntomas dependen de la región anatómica afectada.
El tipo de linfoma más frecuente en perros es el linfoma multicéntrico, caracterizado por el aumento de tamaño de todos los ganglios linfáticos del organismo.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico presuntivo depende de la pericia del veterinario y de la correcta exploración del paciente. El linfoma puede diagnosticarse mediante la realización de una citología del ganglio linfático u órgano afectado. Para llevar a cabo un diagnóstico definitivo del tipo de linfoma, fundamental a la hora de establecer un pronóstico y un plan terapéutico adecuado, se realizan otras pruebas más complejas de diagnóstico molecular, como la citometría de flujo o la inmunohistoquímica.
Además, al tratarse por lo general de animales de edad media y avanzada, es importante realizar un chequeo completo de la salud del animal que, por lo general, incluirá una analítica completa de sangre y orina y pruebas de imagen.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento del linfoma, salvo en algún caso, requiere de la administración de fármacos citostáticos. El tipo de protocolo elegido dependerá del tipo de linfoma a tratar. Por normal general, los tratamientos quimioterápicos son bien tolerados en un porcentaje muy alto de pacientes, a diferencia de lo que ocurre en medicina humana.
¿Qué esperanza de vida tiene un perro con linfoma pre y post tratamiento?
Al igual que con el tipo de tratamiento elegido, la esperanza de vida media depende del tipo de linfoma y del estado general del animal en el momento del diagnóstico. Así, los linfomas de bajo grado presentan esperanzas de vida media de varios años sin necesidad de tratamiento o con un tratamiento sólo con medicación oral, mientras que, en los linfomas de alto grado, la esperanza de vida media supera el año en un porcentaje alto de casos de linfomas de linfocitos B llegando a los 2 años en un 20 % de los casos. Los linfomas de alto grado de células T, presentan mayores resistencias a los tratamientos, siendo la esperanza de vida media menor.
¿Contamos en España con una buena red de salud animal para atender este tipo de patología?
España es un país con grandes profesionales en el mundo de la oncología. Así, hoy en día, contamos con varios diplomados europeos y americanos en oncología, además de otros muchos profesionales de prestigio. En el grupo AniCura tenemos la suerte de contar con uno de estos diplomados que trabaja en Barcelona, siendo una referencia en nuestro país.
¿Hay recomendaciones para un propietario para prevenir el desarrollo del cáncer de linfoma de su perro de compañía?
Es importante acudir con frecuencia al veterinario para que este realice chequeos rutinarios de salud, sobre todo en animales de mediana edad y geriátricos. El diagnóstico precoz en este tipo de patología igual que en otras, resulta fundamental para conseguir tasas de supervivencia mayores. Igualmente, el cuidador debe ser capaz de explorar los ganglios palpables en el animal para detectar incrementos del tamaño de los mismos.
¿Consejos para vivir con un perro con linfoma o sobre el proceso de los cuidados paliativos?
Hay que entender que el linfoma es una enfermedad crónica igual que otras muchas y que el perro, en la mayor parte de los casos, va a tener una vida normal, ya que los efectos del tratamiento quimioterápico son, por normal general, leves. Así que, lo que recomendamos es que los cuidadores disfruten de sus mascotas en la medida de lo posible. La única precaución que hay que tener, es la de recoger las heces y la orina con cuidado durante las siguientes horas tras la aplicación del tratamiento. El momento de la eutanasia será valorado en consulta por parte del oncólogo, por eso es importante cumplir un estricto programa de visitas el veterinario.
Otra información relevante
No nos olvidemos que los gatos también sufren linfoma. En su caso, el tipo más frecuente, es el que afecta al aparato digestivo.
Es importante acudir con frecuencia al veterinario para que este realice chequeos rutinarios de salud, sobre todo en animales de mediana edad y geriátricos