La periodontitis en los perros

El surgimiento de bolsas profundas entre dientes y mandíbula facilita la proliferación de bacterias y la pérdida de sujeción de la dentadura. Dichos espacios libres son particularmente propicios para las bacterias y, en algunos casos, permiten el arraigo de bacterias putrefactivas anaeróbicas (que no precisan de oxígeno).Ello puede agravar muy rápidamente la patología, provocando en poco tiempo el desprendimiento de numerosos dientes debido al deterioro del maxilar que los rodea.

El sarro provoca con frecuencia periodontitis. Las bacterias colonizan los recubrimientos finos y blandos de, entre otros, los restos de alimentos depositados sobre la superficie de los dientes. Por la acción de la saliva dichas "placas" se calcifican y forman sarro.

La encía adyacente suele ser atacada por las bacterias, pudiendo originar al perro una gingivitis (o inflamación de las encías). En un principio, la gingivitis puede localizarse en torno a uno o un par de dientes, pero suele propagarse progresivamente por la cavidad bucal. Los dientes pueden acumular gruesas capas de sarro, causando con frecuencia el enrojecimiento y un leve sangrado de las encías. La mandíbula donde se inserta el diente se ve afectada con el tiempo por la inflamación, lo que provoca la descomposición del hueso.

Síntomas

Muchos cuidadores solicitan ayuda veterinaria al percatarse del mal aliento que desprende la boca de su mascota. En ocasiones se dan cuenta de que el animal come peor o nada en absoluto y el sarro puede ser incluso visible. La periodontitis puede manifestarse asimismo en las dificultades del perro a la hora de masticar huesos o alimentos duros y en la aparición de ligeras hemorragias gingivales durante la ingesta del pienso. Igual que en los humanos, el dolor de dientes puede incidir sobre el humor de los perros. Por lo tanto, algunos dueños buscan asistencia profesional al producirse un cambio en el comportamiento del animal.

¿A qué perros afecta?

La periodontitis puede afectar a perros de todas las edades, aunque es más habitual en los de mayor edad. Además, ciertas razas son más propensas que otras, con una clara sobrerrepresentación de las de menor tamaño. Algunas razas (entre otras, Yorkshire Terrier, perro salchicha, papillón, pinscher miniatura, caniche, chihuahua y Cavalier King Charles Spaniel) suelen sufrir sarro más tempranamente y, por tanto, también periodontitis.

Evolución

En las periodontitis avanzadas no es posible salvar algunos dientes por su deficiente sujeción a la mandíbula. En las bolsas profundas que rodean una o varias raíces dentales prosperan las bacterias, prolongando esta dolencia. En ese caso, existe un gran riesgo de que el perro sufra dolor de dientes y que masticar le haga daño. Los sangrados y fistulaciones no son inusuales en este estado tan avanzado.

Cuando la periodontitis está muy evolucionada suelen extraerse los dientes afectados. Si las bolsas no son tan hondas, podrá detenerse normalmente, con un proceso combinando: una higienización bajo anestesia con medidas preventivas. Tal vez pueda restablecerse la sujeción de la encía con la raíz del diente. Sin embargo, el hueso perdido de la mandíbula es imposible de reconstituir. Por consiguiente, es importante aplicar el tratamiento cuanto antes.

Tratamiento

El sarro más perjudicial se oculta bajo la línea de la encía. Es ahí donde crecen las bacterias causantes de la periodontitis. El rascado de la capa de sarro con el perro despierto no es muy útil para evitar el avance de la dolencia. Es más, el hecho de eliminar solo el sarro visible puede ocultar la gravedad de la situación al no limpiarse bajo el borde de la encía. Para una higienización profesional es preciso dormir al perro, lo que permitirá extraer los dientes sueltos y gravemente afectados por la periodontitis. También puede requerirse la extracción de los dientes fracturados y de aquellos cuya posición ocasione problemas a los dientes adyacentes. No es inusual que el veterinario deba sacar más piezas de lo que puede hacer creer el examen clínico previo a la sedación del animal. Por lo general, el perro se desenvolverá bien aunque sea necesario extraer la mayoría de sus dientes.

Para poder seguir la evolución de la enfermedad y comprobar el resultado del tratamiento y de los cuidados posteriores suelen medirse las bolsas que rodean cada diente en la eliminación del sarro, consignándose en un historial odontológico fácil de consultar en caso necesario.

También es importante formarse una idea del alcance del tratamiento que precisa el perro, pudiendo planificarse su distribución en varias sesiones. Se recomienda practicar los tratamientos dentales reiterados asociados a la periodontitis cuando se requiere realizar varias actuaciones de larga duración, como, por ejemplo, la extracción de un número determinado de dientes de gran tamaño.

Radiografía

Las radiografías constituyen una valiosa ayuda en el tratamiento de la periodontitis, permitiendo el seguimiento de la evolución de esta y facilitando la detección de procesos acompañados de dolor (como, por ejemplo, los abscesos junto a la raíz de los dientes).También puede descubrirse tempranamente con ayuda de rayos X el CORL (lesión odontoclástica reabsortiva canina), un tipo de patología que solo afecta a los perros en casos excepcionales y que degrada los dientes desde dentro, produciendo dolorosas cavidades.

Prevención

La prevención es el mejor método para evitar la periodontitis. Aunque ya se haya visto afectada parte de la dentadura, esta patología puede prevenirse e impedirse su difusión a más dientes. El cepillado diario ofrece el modo más eficaz de prevenirla. No olvides examinar periódicamente la boca de tu perro.

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