Por eso, las visitas periódicas al veterinario son fundamentales para poder llevar a cabo un diagnóstico precoz. Hay que tener en cuenta que si se tarda mucho en detectar y la pérdida de visión es total, puede ser complicado de operar. En este sentido, conocer sus síntomas y cómo afecta a la visión puede sernos de gran ayuda para saber si nuestro perro podría estar empezando a tener cataratas.
¿Por qué aparece la opacidad del cristalino en los perros?
La opacidad del cristalino en los perros suele ser hereditaria y, por lo general, la padecen los perros más mayores a partir de los 10 años. No obstante, también pueden estar provocadas por la diabetes, un golpe o el arañazo de un gato, por ejemplo. Este tipo de traumatismos pueden terminar dañando el cristalino y degenerar en una catarata.
Cuando las cataratas están causadas por la diabetes, podemos intentar controla su evolución, pero difícilmente podemos determinar la velocidad a la que va a desarrollarse hasta que el animal tenga problemas serios de visión.
Además, hay determinadas razas que están más predispuestos genéticamente a padecerla, como el caniche, el cocker, el bichón maltés, el fox terrier, el labrador, el schnauzer, el pequinés y el bulldog francés.
¿Cómo afecta a su visión?
La catarata es la opacidad del cristalino del ojo, que impide el paso de los rayos luminosos y dificulta la visión. Además, conforme el cristalino va perdiendo su transparencia, se vuelve blanquecino y de color azulado.
La cuestión es que, cuando no se opera, la opacidad del cristalino en los perros puede llegar a generar complicaciones dolorosas, como la luxación, la inflamación o, lo que es peor, el glaucoma.
Síntomas y diagnóstico para la opacidad del cristalino
Como decíamos al principio, sin un diagnóstico profesional, puede ser complicado detectar la opacidad del cristalino. Y es que se trata de una enfermedad que suele progresar muy lentamente, por lo que el perro se va habituando a compensar la deficiencia visual con el oído y el olfato. No siendo habitual que se vaya chocando con objetos de la casa. Con lo cual, puede parecernos que ve con normalidad o llegar a creer que simplemente va más lento debido a la edad.
Por eso, para poder realizar una detección temprana, lo mejor es realizar revisiones rutinarias. Pero, además, si se sospecha de que el perro puede tener cataratas, hay que realizar varias pruebas, como la electrorretinografía para medir la funcionalidad de la retina, la ecografía ocular para examinar el ojo a fondo y el test de luces cromáticas.
Tratamiento de la opacidad del cristalino en perros
Antes de operar, es fundamental evaluar el estado general del animal para descartar complicaciones y comprobar que el ojo se encuentra sano. De lo contrario, la cirugía no servirá de nada.
Actualmente, se trata del único tratamiento posible. Y es que la única manera de que el perro recupere la visión es extraer la opacificación del cristalino y sustituirlo por una lente intraocular. Existen clínicas especializadas específicamente en cirugía ocular canina.
Una vez operada, el cristalino no puede regenerarse, por lo que no puede aparecer no una nueva catarata, siendo la recuperación de la visión completa. La operación tiene una duración aproximada de una hora y después el perro puede marcharse a casa. No obstante, es recomendable seguir las recomendaciones de medicación y reposo y llevar un seguimiento del postoperatorio.