El Hospital Veterinario AniCura Arvivet ha realizado con éxito una reconstrucción total de la mandíbula de un perro que fue atropellado y encontrado por sus cuidadores casi dos días después. El animal llegó al hospital veterinario con signos severos de dolor y hemorragias múltiples por todo el cuerpo, además de una evidente fractura mandibular. Tras varias intervenciones, el equipo de traumatología de AniCura Arvivet logró que Lluna, el paciente, pueda llevar una vida normal, algo impensable después del estado en el que se le encontró.
Lluna es una perra Galgo Español de 10 años que no ha tenido una vida fácil, ya que fue rescatada de una galguera donde había vivido 9 años en una jaula. Llegó llena de mordeduras de ratas y perdigonazos y con una severa desnutrición. Finalmente pudo ser adoptada por su actual cuidadora, con la que llevaba año y medio viviendo y había ganado confianza, cuando tuvo el terrible accidente
Cuando Lluna llegó al hospital tenía la mandíbula fracturada en más de 10 fragmentos y con signos severos de dolor y hemorragias múltiples, además de hipertemia, deshidratación y taquicardia. Nos enfrentábamos a un caso realmente complicado. Debido a los dos días que habían transcurrido desde el momento del accidente hasta que la encontraron, se le administraron antibióticos para prevenir el riesgo de infección de las heridas, ya que en la mandíbula había fragmentos de hueso expuestos al exterior.
La colaboración de la familia de Lluna, fundamental para su tratamiento y recuperación
El equipo del doctor Vinaixa se enfrentaba quizá al caso más complejo de su carrera profesional, y plantearon a la familia dos opciones. La primera opción era intentar reconstruir la mandíbula para conseguir que volviera a ser funcional, siendo una cirugía altamente delicada, dolorosa y pudiendo implicar más de una intervención. La segunda opción era amputar parte de la mandíbula, pues la dificultad en su reconstrucción así lo justificaba, también como una opción para evitar varias intervenciones, pero asumiendo posibles complicaciones para alimentarse de por vida, así como problemas digestivos.
Por el amor a su perra y la voluntad de intentar hacer todo lo posible para su recuperación total, sus cuidadores optaron por la primera opción: reconstruir la mandíbula de Lluna.
Aquí la colaboración de la familia y el dejarse asesorar por el Hospital fue fundamental. Así fue como el servicio de traumatología se puso manos a la obra y Lluna fue sometida a una primera cirugía, en la que se alinearon los fragmentos de mandíbula con agujas, placas y tornillos. Además, se le colocó una sonda de esofagostomía para permitir su alimentación y favorecer su pronta recuperación, y al cabo de unos días se sometió a una segunda intervención para perfeccionar la alineación y facilitar la alimentación de la perra.
Lluna mostró muchos avances en las siguientes revisiones: comía bien, se mostraba animada y no había signos de infecciones ni rechazos de los implantes. Por tanto, dos semanas después de su última cirugía, se retiró progresivamente la medicación y más adelante retiraron los implantes que se le habían puesto, ya que todo indicaba a que su mandíbula había osificado correctamente.
Ferran Vinaixa, experto en cirugía traumatología y ortopedia AniCura Arvivet Hospital Veterinario