Cáncer en perros: Síntomas
Como sucede con las personas, el cáncer en perros suele generarse e identificarse mediante la aparición de un tumor. Esta alteración causada por una división y multiplicación descontrolada de células puede llegar a provocar el aumento de volumen de cierta masa de tejido (el tumor).
Es importante recordar que la aparición de un tumor no significa que sea cáncer ya que pueden ser benignos o malignos. Sin embargo, los tumores malignos pueden ser de tipo canceroso y conllevar consecuencias fatales para la mascota si se extiende por otras células del organismo.
Algunos de los síntomas más comunes y frecuentes que un perro con cáncer puede desarrollar son:
- Fiebre o febrícula
- Cansancio y fatiga
- Pérdida de peso
- Estado anímico caído
- Dolor
- Falta de apetito
- Lloriqueo
- Pérdida de pelo
- Aparición de bultos extraños
- Inflamaciones o sangrado
Diagnóstico del cáncer en perros
El diagnóstico de cáncer en perros debe hacerse mediante el estudio de las células del tumor. Así, suele ser común la realización de una citología del tejido afectado con el fin de observar con microscopio la muestra tomada. Normalmente la citología suele ofrecer una primera visión sobre el tipo de tumor y si es maligno o benigno.
En caso de que con la citología no fuera suficiente para obtener un diagnóstico definitivo, sería necesario realizar una biopsia con una muestra de mayor tamaño para ser estudiada en laboratorio con técnicas más complejas.
Tratamiento y consejos para el cáncer en perros
Los tratamientos y medicamentos para tratar y curar el cáncer de perros han cambiado en los últimos años ya que, hasta hace poco, el cáncer en perros solo podía ser tratado con medicamentos ya aprobados para los seres humanos. Hoy en día, cada vez son más los fármacos veterinarios que ofrecen tratamientos específicos para el cáncer en perros.
La elección entre uno u otro tratamiento dependerá de varios factores como tipo de tumor, localización, edad del perro o salud general. Deberá ser el veterinario quien determine cuáles son los posibles procedimientos y medicamentos a establecer para conseguir la recuperación del animal o, al menos, el mínimo sufrimiento a causa de la enfermedad. Es importante tener en cuenta que el cáncer en perros, al igual que sucede con los humanos, no tiene solución. En esa situación es fundamental garantizar la máxima calidad de vida posible al animal, minimizando los dolores y garantizando su máximo bienestar.
Un diagnóstico a tiempo puede aumentar considerablemente las posibilidades de recuperación y de éxito frente al tumor. Por eso, conocer los síntomas y tipos de tumores a los que nuestros perros se pueden enfrentar es fundamental para conseguir un pronóstico favorable y aumentar así su esperanza de vida. En caso de no aplicar ningún tratamiento o cuidado especial, su esperanza de vida suele verse acortada considerablemente.
A pesar de que el cáncer en perros debe ser evaluado y diagnosticado de manera individual, las opciones de tratamiento más comunes son:
- Cirugía: la extirpación del tumor suele ser la primera opción para atajar el cáncer en perros. En función del tipo y tamaño del tumor, la cirugía puede ser más o menos agresiva. En ocasiones será necesario eliminar no solo el tumor, sino también parte del tejido sano del alrededor con el fin de evitar que queden células tumorales en el área.
- Quimioterapia: el tratamiento con quimioterapia consiste en administrar fármacos que actúan directamente sobre las células con el fin de evitar o frenar su proliferación. La quimioterapia se administra por vía oral o intravenosa y se distribuye por todo el cuerpo. Es importante tener en cuenta que la quimioterapia puede presentar efectos secundarios como dolores gastrointestinales o alteraciones de la síntesis de células sanguíneas.
- Radioterapia: se utiliza para tratar el cáncer de forma localizada. En caso de necesitar radioterapia, puede llegar a ser necesario el desplazamiento de nuestro peludo a un centro especializado.
El cáncer en perros es una enfermedad que puede complicarse y convertirse en una larga batalla para nuestro can. Por ello, es fundamental acudir al veterinario lo antes posible para conseguir un diagnóstico precoz y conseguir frenar la expansión de la enfermedad lo antes posible.