Cálculos urinarios en los perros

Los cálculos de la orina (litiasis) se originan por la precipitación de cristales en la vejiga. Si un cálculo atraviesa la vejiga del perro y queda atrapado en la uretra, se bloqueará parcial o totalmente el flujo de orina del animal, el cual deberá ser atendido de inmediato.

La mayor parte de los productos de desecho del cuerpo secretados por los riñones se disuelven en la orina. Sin embargo, a estos órganos les cuesta más trabajo disolver determinadas sustancias, pudiéndose en ocasiones verter en forma de cristales en la orina. Dichos cristales casi siempre se componen de calcio, magnesio y fósforo. La acumulación de cristales en la vejiga puede propiciar infecciones e inflamaciones. La formación de cálculos grandes puede dar lugar a una obstrucción aguda del flujo urinario.

La cristalización se produce más rápidamente en la orina con alta concentración. Por tanto, los perros que beben poco están más expuestos. Cuanto más tiempo permanezca la orina en la vejiga, mayor será el riesgo de formación de cálculos.

Otros factores que inciden en la precipitación de cristales son el pH de la orina y la presencia prolongada de una infección en las vías urinarias.

Este cuadro parece darse con mayor frecuencia en algunas razas: Lhasa paso, Bichón frisé, Yorkshire terrier, Pinscher miniatura, Cocker spaniel inglés, Pomerania y Caniche.

¡Atención! La obstrucción urinaria es un cuadro potencialmente letal que debe tratarse de urgencia.

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Síntomas

En caso de cristales en la orina (cristaluria), el perro puede sufrir una inflamación y una infección bacteriana en la vejiga y vías urinarias.

La obstrucción (o estasis) urinaria es más frecuente en los machos que en las hembras. Esto se debe a que los machos poseen una uretra más estrecha y larga que las hembras, con más puntos donde pueden atascarse los cálculos.

Si sufre una retención, al perro le resultará difícil miccionar. Puede soltar gotas, expulsar un hilo de orina débil o tratar de hacerlo y no verter líquido alguno. También es posible que dedique más tiempo de lo habitual a orinar.

Otros indicios son el dolor en la micción y la presencia de sangre en la orina.

Diagnóstico

Los cristales urinarios se suelen poder observar en las muestras de orina con un microscopio. La muestra ha de ser reciente (a ser posible, de no más de 1-3 horas).

Si el perro sufre obstrucción urinaria, podrá apreciarse una vejiga de tamaño anómalamente grande al palpar el abdomen. El agrandamiento de la vejiga puede también diagnosticarse mediante una radiografía o una ecografía. Algunos cálculos presentan una densidad suficiente para ser visualizados por rayos X, pero no todos. Por el contrario, la ecografía de la vejiga sí permite observar todos los cálculos.

Tratamiento

Los cristales de la orina y los cálculos se tratarán médica o quirúrgicamente dependiendo del tipo de cristales en cuestión. Algunos cálculos pueden disolverse con ayuda de piensos especiales. Si ello no surte efecto, o los cálculos son de un tipo que no puede disolverse siguiendo este método, se extraerán quirúrgicamente de la vejiga.

Tras la intervención debe someterse al perro a una dieta especial que previene la formación de nuevas piedras. Si el animal sufre una infección bacteriana al mismo tiempo, esta será tratada con antibióticos.

De no hacerlo, la obstrucción urinaria aguda derivará en un cuadro de insuficiencia renal que puede producir la muerte en cuestión de días. Es necesario acudir rápido al veterinario, tanto para tratar las consecuencias de la insuficiencia renal como para resolver la estasis. En la mayoría de los casos se intentará desplazar los cálculos urinarios hacia la vejiga. Este tratamiento no funciona en ocasiones. De ocurrir esto, habrá que operar para sacar los cálculos. En la cirugía se abre la uretra desde el exterior (uretrostomía). Con algunos perros se deja de forma permanente esta abertura.

Pronóstico

La dieta es importante para evitar que el perro forme nuevos cálculos, por lo que deberá proporcionarse al animal solo el pienso prescrito por el veterinario. El perro también ha de tener libre acceso a agua fresca para que beba la mayor cantidad posible.

Los paseos también son importantes, ha de salir a menudo a fin de que la orina no se quede demasiado tiempo en la vejiga.

El dueño debe permanecer atento a posibles síntomas tempranos de molestias urinarias para que el animal reciba un tratamiento rápido.

Información adicional sobre cálculos en la orina

Las piedras se forman con cristales atrapados en lo que se conoce como "nido", es decir, una partícula que hace las veces de núcleo del cálculo. Los cálculos los construyen gradualmente distintos minerales y varían en su composición de acuerdo al contenido de mineral de la orina.

  • Estruvita: Los cristales de estruvita constan de magnesio, amonio y fosfato, siendo el tipo más común de cristal urinario en los perros. Estos cálculos se forman a menudo a resultas de la infección e inflamación de la vejiga. La estruvita también puede ser consecuencia de un exceso de magnesio en la orina y de un pH alto en esta. Los cálculos compuestos únicamente de estruvita suelen poder disolverse con ayuda de piensos especiales.
  • Oxalato: Los cristales de oxalato de calcio se forman en la orina ácida, es decir, con un pH bajo. Por lo tanto, los piensos y suplementos alimentarios reductores del pH (como la vitamina C) pueden contribuir a la aparición de este tipo de cálculo. En caso de reiteración de las piedras de oxalato deberá examinarse al perro en busca de posibles enfermedades causantes de esa secreción incrementada de calcio. Hay disponibles piensos especiales que previenen la formación de cálculos de oxalato.
  • Urato: Los cristales de urato de amonio son comunes en los dálmatas e infrecuentes en otras razas caninas. Los dálmatas muestran una capacidad inferior de descomposición del urato en productos solubles de degradación, lo que hace que precipiten más urato en la orina. En combinación con altos niveles de amonio (consecuencia normalmente de una dieta abundante en proteínas animales) podrán formarse cálculos de urato amónico. En caso de detectarse urato en la orina de un perro de otra raza, deberá someterse a reconocimiento este animal, ya que ello sugiere la existencia de una enfermedad hepática o renal subyacente.
  • Cistina: Los cálculos formados por el aminoácido cistina son muy inusuales en los perros. El aumento de la cantidad de cistina en la orina (cistinuria), que suele deberse a un defecto congénito de los riñones, ocurre en determinadas razas, entre otras, terranova, perro salchicha, basset, bulldog inglés, Yorkshire terrier y terrier irlandés. No todos los perros aquejados de cistinuria desarrollan cálculos, pero deben alimentarse con piensos especiales o tomar suplementos que propicien el incremento del pH de la orina.

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