Saber cada cuánto se baña un perro es una de las cuestiones claves que debemos tener en cuenta en su higiene. Bañarlo de forma periódica hace que su pelaje se vea más bonito y brillante y que queramos acariciarlo constantemente.
No obstante, no hay que olvidar que el jabón y el champú pueden resecar su piel y llevarse los aceites naturales de la piel que actúan como protección. Un exceso de higiene puede hacer que su piel se vuelva más vulnerable y que no esté lo suficientemente protegido ante problemas de la piel, además de generarle picores, irritaciones y descamaciones.
Lo más recomendable es no bañar al perro más de una vez al mes, como mucho cada 3 semanas. En algunos casos, incluso con 2 veces al año, es suficiente. Todo depende de la longitud del pelo, de la alimentación y del estilo de vida del animal.
En el caso de que necesites baños más frecuentes, no uses champú, sino un producto sin jabón que no afecte a la protección natural de la piel. Pero también puedes optar por baños secos cada 2 semanas.
Mitos sobre el baño de los perros
A lo largo del tiempo, se han ido forjando algunos mitos sobre el baño y la higiene de los perros y sobre cada cuánto se baña un perro. Algunos de los más populares son los siguientes:
1. El pelo del perro pierde aceites cuando se baña
Este mito es cierto, pero solamente si se abusa de la cantidad de baños. Algo que nos ocurre también a los humanos cuando nos bañamos. Si lavamos al perro con la frecuencia adecuada, no tiene por qué haber problema, ya que la regeneración capilar del perro es muy elevada.
2. El olor del champú hace que otros perros no lo reconozcan
Muchas personas creen que el aroma del champú hará que otros perros no lo reconozcan, pero no es así. El olfato de los perros es muy potente, por lo que los champús no son capaces de enmascarar el verdadero olor del animal.
3. El baño cambia el pH de la piel
Seguramente has escuchado decir que el pH altera la piel del perro. Esto es cierto, pero también ocurre cuando se moja con la lluvia o se baña en la playa. Sin embargo, no tienes de qué preocuparte, ya que vuelve a reequilibrarse y no supone ningún riesgo para el animal.
Factores que intervienen para bañar a un perro
Hay determinados factores que pueden influir en cada cuánto se lava a un perro y son principalmente la longitud del pelaje, el estilo de vida y la alimentación.
Longitud del pelo
Obviamente, no es la misma suciedad la que acumula un perro según el tipo de pelaje. ¿Cada cuánto se bañan a los perros de pelo largo? ¿Y los de pelo corto? Los perros de pelo largo suelen oler más, por lo que es recomendable que se cepillen a menudo para eliminar la suciedad que genera el mal olor. Además, es beneficioso para fortalecer la relación afectiva y favorecer la circulación.
Estilo de vida
Aunque el lavado no debe realizarse ni a diario ni de forma semanal, tampoco está de más cepillar y asear a nuestro peludito si por cualquier motivo está demasiado sucio, especialmente si vive en una ciudad grande o en el campo, ya que la contaminación y el polvo pueden acumularse con más facilidad. Eso sí, sin perder de vista que no deberías lavarlo antes de las 3 semanas.
Alimentación
Otro factor que tiene mucho peso en cada cuánto se lavan los perros es la alimentación. Si le proporcionas a tu perro un alimento de calidad, mantendrá un pelaje y una piel saludable por mucho más tiempo, sobre todo si no se mueve en entornos contaminados o con mucho polvo.
¿Qué pasa si se baña al perro cada semana?
Como dijimos al principio, los perros no necesitan bañarse tanto como los humanos. Si lo bañas todas las semanas o cada día, su salud podría verse perjudicada, tanto por la pérdida de los aceites naturales como porque podría experimentar irritaciones y descamaciones.
Pero, lo cierto es que más allá de las recomendaciones sobre cada cuánto se puede bañar un perro, es importante que nos dejemos guiar por el sentido común. Ni se trata de estar más de 3 meses sin lavarlo ni de lavarlo todas las semanas. Además, siempre podemos usar champús sin jabón y toallitas higiénicas específicas para que se mantenga aseado sin tener que bañarlo.