Vacunas esenciales para el gato: Parvovirus felino o panleucopenia, calivicivirus y herpervirus.
La vacunación inicial del gato comienza a las 8 semanas de vida, pudiendo ser antes en casos especiales de gatos huérfanos. Se revacuna cada 2-4 semanas, hasta la semana 16 de vida, poniendo de esta manera entre 2 y 5 dosis en función de cómo se estableciese la pauta.
Posteriormente, se revacuna a las 26 o 52 semanas y se continúa, generalmente, de manera trianual.
En el caso de gatos expuestos a riesgo de calicivirus o herpesvirus, la recomendación está en vacunar anualmente.
Si se trata de un gato adulto que se vacune por primera vez, se pondrán dos dosis con un intervalo de 2 a 4 semanas y luego se seguirá la misma pauta anteriormente citada.
Vacunas no esenciales para gatos
Leucemia felina, chlamydophila felis y bordetella bronchiseptica.
Esta vacuna solo se debe administrar a los gatos negativos a FeLV, aconsejándose realizar antes el test para evitar vacunaciones innecesarias. Se puede administrar la primera dosis a partir de las 8 semanas de vida, y se revacuna a las 3-4 semanas y al año de edad. Si hablamos de gatos que viven en ambientes de riesgo, se revacunaría cada 2 o 3 años.
Chlamydia feliz
Esta vacunación se aconseja en los casos donde hay riesgo de exposición constante, como parte de régimen de control.
Se administra la primera dosis a partir de las 9 semanas de edad y se revacuna a las 2-4 semanas, se continúa una pauta anual si sigue existiendo riesgo.
Vacuna antirrábica
Los reglamentos nacionales y comunitarios exigen que el gato esté vacunado contra la rabia si va a salir del país, y que tenga un pasaporte comunitario para animales de compañía de la UE.
Dentro de España, la obligatoriedad de la vacunación de la rabia depende de los requerimientos legales de cada zona. Es considerada una vacuna esencial donde la enfermedad es endémica, se administra la primera dosis a partir de las 12 semanas de edad y se revacuna al año; los refuerzos posteriores los indica la legislación vigente de cada zona.