Cirugía otorrinolaringológica

Algunas afecciones de los oídos y las vías respiratorias pueden requerir tratamiento quirúrgico, como, por ejemplo, las inflamaciones crónicas graves.

Cirugía del oído

La cirugía del oído puede ser necesaria en los pacientes afectados por otitis crónica que no se pueda remediar de otra forma. En los casos más graves, el conducto auditivo se ha estrechado demasiado, por lo que es imposible llegar a la infección con un tratamiento exclusivamente farmacológico. En algunos casos, la infección también puede afectar a las partes más profundas del oído. La intervención quirúrgica, cuya extensión se decide individualmente, puede consistir en abrir partes del conducto auditivo o en extirparlo por completo y abrir el oído medio. Otras afecciones del oído que requieren cirugía son los tumores y los pólipos.
La cirugía del pabellón auricular suele emplearse en caso de otohematoma y consiste en coser el cartílago y la piel de la oreja con un patrón de sutura específico para esta patología, pero también se recurre a ella para tomar una biopsia de una alteración cutánea o para extirpar un tumor.

Cirugía nasal

La rinoplastia, una de las intervenciones quirúrgicas más comunes en la nariz, consiste en ensanchar las fosas nasales con el fin de abrir las vías respiratorias altas. Los perros braquicéfalos (con la nariz chata) suelen tener las vías respiratorias estrechas, lo cual puede requerir una cirugía plástica de la nariz y del paladar. Otros procedimientos nasales, como la realización de una biopsia, pueden llevarse a cabo mediante rinoscopia.

Cirugía de la región de la faringe

La presencia de pólipos entre la nariz y la faringe y la parálisis de las cuerdas vocales son ejemplos de afecciones de la garganta que pueden causar problemas respiratorios y, por consiguiente, requerir cirugía. También se ha de intervenir quirúrgicamente si, por ejemplo, un cuerpo extraño, como una astilla, se ha clavado en el tejido faríngeo causando inflamación o un absceso.
Se opta por una palatoplastia en la que se recorta el paladar blando cuando la parte blanda posterior del paladar es demasiado larga, lo cual dificulta el paso del aire hacia la tráquea, amenazando esto la propia vida del perro.

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