Dermatología

Los problemas de la piel pueden afectar a perros y gatos de todas las razas y edades y son uno de los motivos más habituales de visita al veterinario. Los problemas dermatológicos pueden manifestarse de muchas maneras: Comezón (prurito, rascado), olor desagradable en la piel, enrojecimiento de la piel, pérdida de pelo o deterioro de la calidad del pelaje, aspecto opaco o graso del manto, estado de ansiedad/estrés, falta de apetito (y pérdida de peso), infecciones de la piel, problemas de oidos, problemas en sacos anales, etc.

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Consulta dermatológica:  

Muchas afecciones de la piel podrían durar toda la vida y su intensidad puede variar con el tiempo. 

Para evitar cambios crónicos en la piel, que gradualmente se volverían más difíciles de tratar, es importante consultar con un especialista para examinar cuidadosamente los problemas nuevos o recurrentes que puedan presentarse.

Los problemas de la piel pueden ser complejos y en muchos casos es necesario un examen exhaustivo para diagnosticar el origen. En algunos casos, la causa no es curable pero es muy importante encontrar un tratamiento que resuelva los síntomas en la medida de lo posible, mejorando el bienestar y la calidad de vida del paciente. 

El tratamiento de la afección, reduce el riesgo de recurrencia (repetición de la afección) y también el de una infección secundaria y problemas crónicos que se vuelven gradualmente más difíciles de tratar y que a menudo causan dolor crónico a la mascota.

¿Cómo se realiza un examen dermatológico?

Un examen dermatológico puede variar dependiendo de los síntomas y la apariencia de los cambios. Siempre comienza con la elaboración de una historia clínica completa, con preguntas sobre cuánto tiempo ha durado el problema de la piel, si mejora o empeora periódicamente, si otras mascotas de la familia tienen problemas similares, los hábitos alimenticios de la mascota, los tratamientos anteriormente realizados, etc. Como parte del examen dermatológico, se realiza un examen completo de la piel, incluidas las orejas y las patas.
Durante un examen dermatológico, el veterinario procederá descartando las diversas causas posibles, como una infección por hongos, bacterias o parásitos o una alergia alimentaria. La mayoría de las veces, tomara muestras de piel en forma de frotis, pruebas de presión, cinta y/o sebo de las orejas. A veces se necesitara tomar muestras para realizar cultivos bacterianos y/o análisis de sangre. En determinadas ocasiones, será necesario hacer una biopsia, es decir, tomar una muestra de tejido de la piel para realizar un examen histopatológico. 

Regularmente se pide al animal que siga una dieta estricta, llamada dieta de eliminación, cuyo objetivo es determinar si los problemas de la piel están relacionados con la alimentación. 

Sabiendo que hay otras causas subyacentes como enfermedades hormonales, congénitas, inmunológicas y enfermedades que afectan a otros órganos, pero que provocan cambios en la piel, es importante conocer que algunas enfermedades se determinan por diagnóstico ‘por eliminación’, lo que significa que no se deben realizar pruebas específicas para identificarlas sino que se deben descartar otras razones para obtener un diagnóstico probable. Esto se aplica en particular a las alergias.

El tratamiento indicado por el profesional, dependerá de la causa subyacente del problema. En muchos casos es necesario un tratamiento a largo plazo o de por vida y las visitas de seguimiento son importantes y necesarias para evitar recaídas.

Examen del oído

El canal auditivo y las orejas son parte de la piel, y las enfermedades del oído son comunes en perros y gatos. Los problemas del oído pueden variar desde infecciones simples que pueden tratarse con limpieza, hasta problemas muy serios cuando el canal auditivo se inflama y daña tanto que se necesita cirugía. A veces, hay causas subyacentes como alergias o pólipos. El veterinario a menudo comienza la observación del canal auditivo con un otoscopio y puede tomar muestras para detectar infecciones bacterianas. Es importante considerar, que para una prueba de alergia podría ser necesaria cuando se identifiquen afecciones auditivas.

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