Soplo cardíaco en los gatos

Los soplos cardíacos se deben a pequeños remolinos que producen en la sangre del interior del corazón o en los grandes vasos sanguíneos que parten de dicho órgano. Dichos remolinos provocan un murmullo o chisporroteo anómalo que puede percibirse con el estetoscopio.

Definición

Los soplos cardíacos se detectan al auscultar el corazón con un estetoscopio. Pueden ser de distinta intensidad, clasificándose en 6 grados: 1 es el más leve y 6 el más intenso. Los soplos cardíacos pueden apreciarse con más claridad en determinadas zonas de la caja torácica, dependiendo del punto del corazón donde tengan su origen, así como en distintos períodos del ciclo de contracción del músculo cardíaco. Los más habituales son los soplos sistólicos, es decir, los generados cuando el corazón se contrae e inyecta la sangre en la aorta y en el tronco pulmonar. Los soplos diastólicos, esto es, aquellos que se perciben con la relajación de ambos ventrículos en la entrada de la sangre procedente de las aurículas, son menos frecuentes. Aunque el punto de la caja torácica y el momento del ciclo cardíaco en que se observa el soplo posiblemente ofrezcan pistas sobre su origen, raras veces puede formularse un diagnóstico fiable sin una ecografía del corazón.

Causa

Los soplos cardíacos son causados casi siempre una patología cardíaca, por lo que deben examinarse en profundidad. Pueden ser congénitos y deberse a una malformación del corazón o de los principales vasos sanguíneos, o bien adquiridos, es decir, surgir en una fase posterior de la vida adulta.

Los soplos cardíacos pueden ser temporales (intermitentes). Muchos soplos se escuchan con mayor claridad si el corazón late más rápido, resultando imposible distinguirlos al reducirse la frecuencia cardíaca.

Hay algunos ejemplares (generalmente jóvenes y/o en buen estado físico) susceptibles de padecer soplos sin que pueda detectarse ninguna anomalía a través de una ecografía. También las gatas encinta pueden sufrir soplos cardíacos temporales que desaparecen una vez recuperado el cuerpo tras el embarazo. Si se ha descartado una patología cardíaca mediante una ecocardiografía, estos soplos se denominarán fisiológicos, puesto que el corazón funciona con normalidad, debiéndose probablemente los mismos a que dicho órgano bombea con una fuerza tal que genera remolinos en la sangre.

Otras afecciones, como la anemia, la fiebre y el hipertiroidismo, pueden causar soplos temporales no atribuibles a una anomalía cardíaca primaria. En esos casos, el soplo deberá desaparecer al resolverse la enfermedad en cuestión.

No todas las dolencias cardíacas producen soplos; es decir, estas no podrán descartarse simplemente auscultando con un estetoscopio. Más información sobre afecciones cardíacas.

Síntomas

Tanto los animales como las personas pueden sufrir soplos y dolencias cardíacas sin sentirse enfermos, ya que el corazón puede seguir desempeñando su labor. Los soplos en sí no producen síntomas, pero suelen constituir indicios de patologías cardíacas de diversa gravedad, las cuales sí son susceptibles de manifestar síntomas.

Si la afección se agrava con el tiempo puede desembocar en insuficiencia cardíaca. Esto se debe a que el corazón enfermo ya no es capaz de mantener una circulación sanguínea satisfactoria.

Las dolencias del corazón pueden causar alteraciones más o menos graves de la frecuencia cardíaca (arritmias), es decir, trastornos eléctricos que originan contracciones ventriculares prematuras y latidos cardíacos irregulares. Si son leves, no se apreciará nada en el gato, pero las graves pueden derivar en debilidad, colapso, desmayos y muerte súbita.

Los gatos con la aurícula izquierda dilatada tienen un mayor riesgo de sufrir coágulos (trombos) en dicha aurícula, que luego pueden pasar a la aorta, bloquear vasos sanguíneos e impedir la irrigacion de los tejidos, la localizacion mas frecuente es en la bifurcacion de la arteria Aorta (que debe irrigar las patas traseras), esta obstruccion de la aorta posterior impide el suministro de sangre a las patas traseras. Los extremos de estas se vuelven fríos y las almohadillas plantares pueden adquirir un tono azulado. Además, al gato le cuesta usar sus cuartos traseros y suele experimentar un dolor intenso.

¿Qué puedes hacer por tu cuenta? Naturalmente, el criador debe tratar de reproducir únicamente ejemplares sanos e inspeccionar las crías de gato que va a poner a la venta. Como comprador potencial debes asegurarre de que el gato que deseas comprar ha sido examinado por un veterinario (entre otras cosas, auscultando su corazón con un estetoscopio) y obtener un certificado del resultado de este reconocimiento.

En caso de adquirir un gato de raza, hay que informarse en el club correspondiente sobre si existe un programa contra la miocardiopatía hipertrófica y sobre la frecuencia de dicha enfermedad en esta raza, además de verificar eventuales resultados de pruebas realizadas en ascendientes y parientes, los cuales se detallan en el protocolo que el veterinario a cargo del examen entrega al dueño del gato analizado.

Pide al veterinario que ausculte periódicamente el corazón de tu gato para comprobar si ha surgido algún nuevo soplo.

Los gatos alimentados con piensos con un contenido insuficiente del aminoácido taurina corren un mayor riesgo de desarrollar cardiopatía dilatada (MCD). Esta enfermedad es poco común desde que los fabricantes de piensos comenzaron a agregar taurina a los piensos para felinos.

La obesidad en sí no provoca patologías cardíacas, pero si el gato tiene una es importante mantenerlo con un peso adecuado puesto que la grasa implica un esfuerzo adicional para el corazón y afecta a la función pulmonar.

¿Cuándo debe visitarse al veterinario?

Las crías de gato y los ejemplares adultos deben pasar un reconocimiento veterinario antes de la venta. En caso de detectarse un soplo cardíaco, deberá examinarse en profundidad para intentar determinar si se debe a una enfermedad y, de ser así, si ello puede afectar a la calidad y duración de la vida del animal.

Las gatos de raza empleados en la cría deben ser analizados por veterinarios con homologación especial conforme al programa en curso contra la miocardiopatía hipertrófica, de acuerdo con las recomendaciones del club específico de la raza correspondiente.

Dado que la mayoría de las dolencias cardíacas no son congénitas, sino que se desarrollan con el tiempo, a menudo provocando entonces los soplos, resulta aconsejable llevar al animal a un veterinario para que le ausculte el corazón aunque no se sospeche de la existencia de ninguna cardiopatía. En caso de detectar un soplo en la auscultación, se recomienda que un especialista efectúe un examen más amplio.El veterinario proporcionará consejos e indicaciones a partir de los resultados del referido examen.

Si sabes que tu gato padece un defecto cardíaco, debes acudir de inmediato a un veterinario en caso de observar indicios de insuficiencia cardíaca como, por ejemplo, dificultades respiratorias, desfallecimientos, abultamiento abdominal, dolor y síntomas de parálisis en los cuartos traseros del animal. Puede resultar difícil adivinar la presencia de líquido en los pulmones del gato (edema pulmonar) puesto que este suele adaptar su limitada capacidad de absorción de oxígeno adoptando una actitud más calmada. Con frecuencia pierde también el apetito.

Diagnóstico

En el examen de una presunta afección cardíaca, aparte de auscultar con el estetoscopio, el veterinario puede realizar una ecografía, un electrocardiograma, una radiografía o un análisis de sangre, en función de los síntomas y tipo de patología.

Tratamiento

Dependiendo de los síntomas y del tipo y gravedad de la enfermedad se prescribirá un tratamiento u otro y un régimen de visitas para el seguimiento por parte del veterinario. Sin embargo, muchos animales con defectos cardíacos no precisan de tratamiento si no evidencian síntomas y las alteraciones son de carácter leve.

A menudo, desgraciadamente, la patología se agrava con el paso del tiempo, lo que impone una medicación. En caso de producirse una insuficiencia cardíaca con edema pulmonar es posible que se requiera un ingreso en la sección de cuidados intensivos de un hospital veterinario, donde puede facilitarse al animal, entre otros, oxígeno, dosis recurrentes de diuréticos, tratamiento para la arritmia y una valoración continuada de los resultados del tratamiento. Dicha atención suele extenderse de dos a tres días antes del alta del animal. En los casos más graves es posible que no se obtengan los resultados previstos con el tratamiento aplicado, obligando a sacrificar al gato para evitarle el sufrimiento.

Si la terapia inicial surte el efecto deseado suele sucederle un tratamiento de por vida en el hogar, a menudo con distintos fármacos. Con ayuda de esta medicación puede proporcionársele una adecuada calidad de vida durante un tiempo más a muchos de los animales, aunque la cardiopatía raras veces se cura. Para un resultado óptimo es fundamental que el dueño del animal siga escrupulosamente las indicaciones del veterinario en materia de medicación, cuidados y régimen de visitas.

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