¿Qué es la pancreatitis en gatos?
Esta enfermedad del páncreas consiste en la inflamación de dicho órgano, lo que provoca una mayor dificultad a la hora de realizar la digestión. De hecho, la pancreatitis en gatos presenta síntomas muy similares a los de otros problemas del sistema digestivo, por lo que es realmente importante acudir al veterinario cuanto antes para evitar posibles confusiones entre una y otra enfermedad.
Síntomas
Por orden de frecuencia los signos clínicos que evidencian que algo puede ir mal en el páncreas de nuestro amigo felino son: decaimiento, pérdida de apetito y de peso y vómitos. Además, pueden observarse cambios en el pelaje (menos brillo, más nudos, mayor caída).
Los vómitos suelen ser el indicador más claro de que el gato puede estar sufriendo alguna dolencia o enfermedad más grave. Además, si notas que los vómitos de tu gato están acompañados de dolor abdominal, apatía y debilidad, acude cuanto antes a tu veterinario para averiguar si se trata de una pancreatitis o de otra patología severa. Incluso el “típico” vómito de bolas de pelo que muchas veces se considera normal, dejaría de serlo si se convierte en algo frecuente y puede ser indicativo de patología digestiva.
Tratamiento para la pancreatitis en gatos
Cuando los síntomas que muestra el gato son leves, un tratamiento de soporte y una dieta específica suele ser suficiente para su recuperación (siempre y cuando beba y coma por su cuenta lo que necesita a diario). Sin embargo, cuando los síntomas son más graves (como insuficiencia renal, desorientación, hipotermia, deshidratación, dolor, apatía, fiebre, anorexia o bajada de niveles de glucosa) puede ser necesaria una hospitalización urgente para llevar a cabo una terapia prolongada que garantice la seguridad y salud del animal. Además, es importante recordar que la pancreatitis en gatos puede llegar a convertirse en una enfermedad crónica y provocar el desarrollo de otras patologías secundarias como la diabetes.
En cualquier caso, deberá ser un veterinario quien determine cuál es el remedio o tratamiento más apropiado teniendo en cuenta las características del animal y la gravedad de la enfermedad.