Síntomas de artrosis en gatos
Los primeros síntomas de la artrosis en gatos suelen aparecer de manera progresiva por la característica degenerativa de esta enfermedad. Así, los síntomas articulares comienzan a aparecer de manera leve y gradual durante las primeras etapas. Es frecuente que durante este periodo el animal no de grandes saltos, le cueste levantarse o no quiera moverse. En caso de que la estructura ósea del animal esté dañada, el animal puede sufrir graves episodios de dolor.
Tiempo después, los síntomas pueden agravarse y aparecer otros nuevos como la disminución de la ingesta de alimentos, la automutilación o el aumento de la agresividad y el miedo. Además, es frecuente que la artrosis en gatos esté acompañada de una mayor susceptibilidad a cualquier otro tipo de enfermedad.
Artrosis en patas traseras de gatos
Debido a un continuo desequilibrio en la zona trasera, es bastante común que la artrosis en gatos aparezca en las patas traseras por cierta tensión y dolor que se produce específicamente en la musculatura del dorso.
Artrosis en gatos jóvenes
A pesar de que la artrosis en gatos es más común en aquellos de avanzada edad, también pueden aparecer en gatos jóvenes. El verse afectados o no por esta patología degenerativa dependerá, entre otras razones, del estado y deterioro de las articulaciones. Si el cartílago se encuentra demasiado desgastado, puede que no cumpla correctamente su función de amortiguación.
Tratamiento para la artrosis en gatos
En la actualidad existen diferentes maneras de tratar la artrosis en gatos para ayudar a que el dolor sea el mínimo posible. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la artrosis es una enfermedad degenerativa incurable y, por ello, los tratamientos suelen centrarse en reducir el dolor o el estrés que puede ocasionar:
- Fisioterapia y movimiento articular controlado.
- Toma regular de analgésicos o antiinflamatorios para reducir el dolor.
- Dieta equilibrada y ejercicio moderado.
- Complementos alimenticios para regenerar el estado de las articulaciones.
- En caso de que el gato presente un estado grave o mucho dolor, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
- En ocasiones también son utilizados tratamientos alternativos como la terapia magnética o la acupuntura.
Si tu gato tiene una edad avanzada y has observado que se mueve con menos frecuencia o que padece dolor articular, no dudes en acudir a tu veterinario para poder diagnosticar si se trata o no de artrosis en gatos.