Si vas a hacer un viaje más largo, la mejor opción es dejar a tu gato en casa y pedirle a un vecino o amigo que lo cuide, ya que los gatos no llevan bien viajar. Por supuesto, hay situaciones en las que es necesario llevar a tu gato contigo, y es comprensible que desees que esos viajes sean lo más cómodos y tranquilos posible tanto para ti como para tu adorable compañero peludo.
El transportín
Asegúrate de que tu gato dispone del suficiente espacio en el transportín. Debe poder levantarse, estirarse y darse la vuelta fácilmente cuando el transportín está cerrado. Haz del transportín un lugar seguro para tu gato: la mayoría de las personas lo guardan en el desván o el garaje y su gato no está familiarizado con él. En lugar de usar el transportín solo cuando vayas a hacer un viaje, debes implementarlo en el entorno natural de tu gato.
Coloca el transportín en una habitación en la que tu gato pase mucho tiempo e introduce en su interior objetos como una camiseta tuya, una manta, premios o juguetes para que tu gato se sienta cómodo y tenga interés por entrar. Es posible que tu gato muestre desconfianza hacia el transportín durante un período prolongado. En estas situaciones, es importante tener paciencia y recompensar a tu gato con premios cuando su comportamiento vaya en la dirección correcta. De esta manera, podrás ir construyendo gradualmente su confianza y asociar el transportín con experiencias positivas.
Puede ser muy frustrante cuando tu gato rechaza el transportín. Algo que también podría ayudar es usar un spray de feromonas felinas sintéticas (siempre previa consulta con el veterinario), ya que contribuyen a minimizar la ansiedad que pudiera tener asociada con él. Si esto no ayuda, es posible que tengas que comprar un nuevo transportín o limpiarlo muy bien; las feromonas de estrés liberadas en viajes anteriores en tu coche aún pueden estar presentes en el transportín. Ante esta situación, la mejor opción es pedir consejo a tu veterinario.
Cómo meter a tu gato en el transportín
Te mostramos algunos consejos para meter a tu gato en el transportín por primera vez cuando no quiere entrar y no tienes tiempo para acostumbrarlo.
- Dirígete con el transportín a una habitación pequeña donde no haya muchos sitios donde tu gata pueda esconderse y cierra la puerta.
- Coloca toallas o mantas que le resulten familiares dentro del transportín.
- No persigas a tu gato ni te muevas demasiado rápido; no es necesario estresarlo ni asustarlo.
- Si tu gato no entra por sí mismo en el transportín, puedes cogerlo en brazos suavemente y colocarlo primero en la parte inferior. Más tarde, muévelo a la parte superior con mucha calma. Tú eres quien mejor conoce a tu gato; tal vez lo mejor sea envolverlo en una toalla para evitar que estire las patas al cerrar el transportín.
- Si crees que tu gato puede resistirse, usa el spray de feromonas felinas sintéticas que hemos mencionado anteriormente unos 10-15 minutos antes de colocar dentro al gato.
Preparación antes de salir
Cada vez que estés a punto de salir a algún lugar con tu gato, no esperes hasta cinco minutos antes para meter al gato en el transportín. Planifica el momento con anticipación y deja que se tome su tiempo para minimizar el riesgo de que acabe estresándose. Cuando tu gato esté acostumbrado al transportín, retira su comedero unas horas antes de salir y pon algunos premios de su comida favorita dentro del transportín para que entre de forma voluntaria. Si esto no funciona, entra tranquilamente en una habitación pequeña y levanta suavemente a tu gato para meterlo en el transportín, tal y como practicaste antes de su primer viaje.
Una vez que tu gato esté dentro del transportín, puedes cubrirlo con una toalla o una manta para que no vea el entorno cambiante, ya que puede resultarle estresante. Agarra el transportín con firmeza usando ambas manos y evita chocar contra cualquier cosa. Puedes practicar esto varias veces antes de que el gato esté dentro del transportín para evitar que el ruido y los zarandeos que se producen al chocar con algo sean estresantes para él.
Siempre que viajes con transportín, lleva toallas o mantas de repuesto: puede que tu gato se estrese y accidentalmente se le escape "algo" en el transportín.
Dentro del coche
Es importante asegurar el transportín para gatos en el asiento trasero utilizando el cinturón de seguridad, siempre y cuando el transportín sea resistente a los golpes. En caso contrario, es preferible colocar el transportín en el suelo detrás del asiento del copiloto. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que es peligroso permitir que tu gato salga del transportín mientras conduces.
Antes del viaje "de verdad", es buena idea hacer viajes de prueba. Además de acostumbrarse al transportín, tu gato también necesita adaptarse al coche y a viajar en él. Una vez que tu gato se acostumbre al transportín, debes comenzar a hacer viajes de prueba: da una vuelta o dos a la manzana mientras observas a tu gato. ¿Está tranquilo y silencioso o parece tenso e incluso aúlla con fuerza? Al conducir por el vecindario y luego regresar a casa demuestras a tu gato que no todos los viajes en coche terminan en el veterinario.
Viajes largos
Si estás planeando un viaje en coche de menos de 6 horas, tu gato estará bien dentro del transportín. Sin embargo, si el viaje es más largo, es importante permitir que tu gato salga de vez en cuando para beber agua y usar el arenero. Para viajes largos en coche, existen areneros desechables diseñados específicamente. Además, asegúrate de llevar suficiente agua para que el viaje sea lo más cómodo posible. Algunos gatos pueden rechazar el agua si no tiene el mismo sabor que la de casa.
Además, es recomendable no alimentar a tu gato unas horas antes del viaje para reducir el riesgo de que vomite en el transportín. Tu gato estará bien comiendo solo por la noche durante uno o dos días mientras viaja.
Vuelta a casa
Si tienes más de un gato en casa, puede que volver a casa con uno de ellos resulte complicado. Los gatos son muy sensibles a los olores y cualquier olor nuevo puede hacer que tus gatos no reconozcan al que regresa a casa y adopten un comportamiento agresivo hacia él.
Al regresar a casa, es importante tomar ciertas precauciones con tu gato. Déjalo dentro del transportín durante unos minutos y observa la situación. Si notas tensión o hostilidad por parte de otros gatos en casa, o si has tenido problemas previos al volver a casa con alguno de tus gatos, es recomendable mantener a tu gato dentro del transportín para protegerlo de posibles arañazos. Colócalo en una habitación separada donde tenga acceso a agua, comida y un arenero, y mantenlo allí durante al menos 24 horas para que su olor se vuelva familiar nuevamente. Para acelerar el proceso de reintegración, puedes frotar a todos tus gatos con la misma toalla, lo que ayudará a mezclar sus olores y evitará que el gato recién llegado se sienta tan diferente. Si a pesar de estas medidas el problema persiste, es recomendable consultar con tu veterinario para obtener asesoramiento adicional.