Cómo instalar el arenero de tu gato

Conseguir que tu gato use el arenero puede resultar complicado, pero hay algunos consejos que puedes seguir para que sea lo más llevadero posible tanto para ti como para tu gato.

¿Cuántos areneros necesitas?

Calcular el número de areneros que necesitas es matemática pura. Siempre debes tener un arenero por gato, además de uno extra. Si solo tienes un gato en casa, es posible que puedas apañártelas con uno solo.

La cantidad de areneros que necesitas también depende del tamaño de tu hogar. Si vives en un apartamento relativamente pequeño y tienes solo un gato, probablemente un arenero sea suficiente.

En cambio, si tienes una casa con varias plantas, deberás hacerte con más de un arenero, incluso si solo tienes un gato. Desplazarse desde el dormitorio de la planta de arriba hasta el arenero del sótano es un recorrido largo, especialmente para un gatito o un gato mayor. Corres el riesgo de que tu gato encuentre otro lugar para hacer sus necesidades en vez de ir hasta donde debería.

Si tienes varios gatos, como ya hemos mencionado anteriormente, deberás tener un arenero por gato, además de otro extra. Los gatos suelen ser muy territoriales y pueden intentar reclamar un arenero para sí mismos. También es posible que un gato no quiera usarlo justo después de que el otro haya hecho sus necesidades.

Si tienes dos areneros, asegúrate de que no estén colocados juntos, ya que tu gato podría verlos como un arenero grande y las heces podrían acabar por el suelo.

¿Qué tipo de arenero elegir?

A la hora de elegir un arenero, hay algunas cosas que debes tener en cuenta. En primer lugar, el tamaño: por lo general, cuanto más grande mejor, pues tu gato dispondrá de más espacio. Pero como mínimo, el arenero debe ser 1,5 veces más grande que la longitud de tu gato desde la nariz hasta la base de la cola. De este modo, tendrá mucho espacio para entrar, darse la vuelta, rascarse y hacer sus necesidades.

Los areneros con tapa pueden ser estéticamente más atractivos para el dueño. Sin embargo, a muchos gatos no les gusta. Les limita a la hora de moverse para encontrar la posición perfecta para orinar o defecar. No obstante, hay gatos más reservados a los que podría gustarles tener algo de privacidad a la hora de hacer sus necesidades. En ese caso, contar con una tapa puede ser buena idea.

Un arenero con tapa podría ser más fácil de olvidar de limpiar y oler más en el interior. Si el arenero huele mal o se ensucia, es posible que tu gato no quiera usarlo y encuentre otro lugar en la casa para hacer sus necesidades.

Algunos gatos no se agachan demasiado al orinar, sobre todo las gatas. En ese caso, tu gato podría acabar orinando fuera del arenero, incluso si estaba haciéndolo adentro. Un arenero con bordes más altos o con una entrada superior podría ser una buena opción. No obstante, los areneros con bordes altos y entrada superior no son los mejores para un gato adulto, ya que puede tener problemas para entrar o saltar al arenero.

¿Qué arena escoger?

En la naturaleza, los gatos harían sus necesidades en el suelo o la arena. Usar una arena similar es la mejor opción: blanda, sin perfume y aglomerante. La arena aglomerante también facilita la recogida de orina dentro del arenero. Los forros para areneros o las arenas perfumadas y aromáticas no son una buena idea. El perfume no es bueno ni para tu gato ni para ti, ya que ambos podríais desarrollar asma. Limpiar la arena con regularidad es la mejor manera de evitar olores del arenero.

Para gatos adultos o con las patas sensibles no debes usar arena que tenga una consistencia áspera y dura.

¿Dónde colocar el arenero?

En un hogar pequeño, puede ser complicado encontrar el lugar ideal tanto para ti como para tu gato. Es preferible colocar el arenero en un área sin alfombra, ya que es más fácil de limpiar a su alrededor. Suele instalarse en el baño, el cuarto de lavado o el sótano. La cocina también puede ser un buen lugar, por ejemplo, cerca del contenedor de basura.

Busca estas características a la hora de elegir un lugar para colocar el arenero:

  • Un rincón: allí, tu gato puede tener una visión general de lo que está sucediendo y algo de privacidad mientras usa su baño.
  • Nunca cerca del bebedero y la comida de tu gato (o la tuya).
  • Lejos de las camas.
  • Un lugar tranquilo, lejos de un entorno ruidoso o electrodomésticos.
  • Una zona de fácil acceso durante el día y la noche.

El arenero de un gato no debe moverse. A los gatos les gusta la rutina y no llevan bien los cambios, por lo que debes mantener el arenero en el mismo lugar para que tu gato no se sienta confuso.

¿Con qué frecuencia debes limpiar la arena?

Debes limpiarlo una vez al día como mínimo. Después de limpiar sus excrementos, puedes agregar un poco de arena si es necesario. El arenero en sí debe limpiarse cada 1-4 semanas, usando solamente jabón y agua caliente. Debes evitar productos de limpieza con olores fuertes o con químicos. Si utilizas arena no aglomerante para el arenero, deberás cambiarla por completo cada semana.

Si tienes problemas para que tu gato utilice el arenero, consulta siempre a tu veterinario.

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