Ir al contenido principal

¿Es necesario vacunar a un gato?

La vacunación en gatos previene el contagio de enfermedades virales y bacterianas. Las vacunas felinas más habituales actúan contra enfermedades comunes en los gatos domésticos que pueden tener un riesgo mortal. La transmisión de enfermedades entre gatos y seres humanos puede ser evitada cumpliendo con el calendario de vacunación de nuestra mascota.

La vacunación es una de las herramientas de prevención más importantes en materia de salud. De hecho, durante nuestros primeros años de vida, los seres humanos seguimos un estricto calendario vacunal para defendernos de diferentes agentes infecciosos. En el caso de los animales de compañía, existe una gran concienciación sobre la importancia de vacunar a los perros, que están muy en contacto con el exterior, pero ¿es necesario vacunar a nuestros gatos?

¿Es necesario vacunar a nuestros gatos? #

Es cierto que los gatos suelen tener menor contacto con el exterior, pero son animales que intentan esconder los signos de enfermedad y  esta pueda ser difícil de percibir por su cuidador. Por ello, la vacunación se convierte en una herramienta fundamental para intentar mantener el buen estado de salud de nuestro gato en todo momento.

Si bien no existe ninguna vacuna obligatoria para gatos, exceptuando la vacuna contra la rabia que sí es obligatoria en algunas comunidades autónomas o para viajar al extranjero, hay algunas más habituales que actúan contra enfermedades comunes en los gatos domésticos y que podrían acabar con la vida de nuestra mascota.

¿Cuáles son las vacunas más frecuentes en gatos? #

Las vacunas que se ponen con mayor frecuencia en las clínicas veterinarias son la vacuna trivalente felina (vacuna contra el herpesvirus, calicivirus y panleucopenia felina), a veces acompañada de la vacuna contra la chlamydophila felis, y la vacuna contra la leucemia felina. La vacuna contra la leucemia felina la recomendamos en todos los gatos negativos cuando son jóvenes, y solo revacunamos si el animal tiene riesgo de contraer la enfermedad, como es el caso de gatos que salen a la calle o gatos que puedan tener contacto con otro gato positivo. 

Dependiendo de la edad del gato y de su estilo de vida, el protocolo vacunal será diferente, así como podrá serlo también según la zona geográfica donde habite el animal. Por eso, es importante que sea un veterinario quien paute qué vacunas necesita cada gato y con qué frecuencia deben ser aplicadas. En el caso de los gatos jóvenes, lo ideal es desparasitarlos tan pronto como sea posible y empezar la vacunación a partir de la octava semana de edad.

En general, las enfermedades infecciosas más comunes que se intenta prevenir mediante la vacunación, son:

La rinotraqueítis felina

La rinotraqueítis felina es una enfermedad bastante frecuente en gatitos e incluso gatos adultos. Los dos principales responsables son el herpesvirus y el calicivirus felino. Estos virus se propagan con gran facilidad a través de la secreción  que el gato disemina al estornudar, así como a través de las lágrimas y la mucosidad de la nariz.

Muchos gatos pueden ser portadores subclínicos durante periodos largos de tiempo; es decir, no muestran síntomas, pero cuando los presentan algunos de ellos pueden ser fiebre, pérdida de apetito, apatía, lagrimeo y mucosidad nasal, úlceras bucales, síntomas respiratorios, infecciones crónicas de ojos… Con el tratamiento adecuado pueden llegar a recuperarse, aunque una pequeña parte de los gatos llegan a sufrir cuadros más graves e irreversibles.

La panleucopenia felina

La panleucopenia felina o enteritis infecciosa felina es una enfermedad vírica muy contagiosa, el virus causante se excreta con las heces u otras secreciones. La infección puede originarse por contacto directo con las heces de un gato infectado, o por contagio indirecto a partir de un entorno u objeto contaminados (la cama o el comedero, por ejemplo).

Se produce una  marcada bajada de las defensas del gatito, y provoca principalmente síntomas digestivos (vómitos y diarrea, que a menudo es sanguinolenta), fiebre, apatía y rechazo de la comida. Como resultado de estos síntomas, los gatos pueden sufrir rápidamente deshidratación y anemia. Los gatitos sin vacunar son especialmente vulnerables, y en ellos la enfermedad puede ser mortal con gran rapidez.

El virus de la leucemia felina

El virus de la leucemia felina puede afectar a cualquier gato, pero el riesgo de infección varía dependiendo de la edad, los hábitos, el estado de salud general y el entorno en el que vive o del que proviene, incluso del estado sanitario de los progenitores y la camada. El virus se transmite de madres a hijos durante la gestación y entre gatos, pues se excreta en lágrimas, saliva, orina, heces, … Con lo cual con el simple acicalamiento entre dos gatitos se puede transmitir.

En algunos gatos el sistema inmunitario no puede erradicar el virus, y estos animales quedan infectados durante el resto de la vida. Puede acabar produciéndose la enfermedad e incluso llevar a la muerte pasados meses o años tras producirse la infección. La infección persistente por el  virus de leucemia felina puede propiciar la aparición de un gran número de enfermedades, entre las que se incluyen tumores y alteraciones crónicas. No existe tratamiento curativo, tan solo paliativo, con lo cual el pronóstico en estos casos depende de cada caso en particular y de sus complicaciones.

La peritonitis felina

La Peritonitis Infecciosa Felina afecta sobre todo a gatos jóvenes provenientes de comunidades infectadas por coronavirus. Es muy común la infección por coronavirus vía fecal-oral, pero no es tan frecuente el padecimiento posteriormente de peritonitis infecciosa.  Los síntomas que pueden mostrar son diferentes en función de la forma clínica en la que se presente (húmeda o seca); son muy variables, aunque alguno de los más comunes son el acúmulo de líquidos en la cavidad abdominal. Por el momento no existe tratamiento curativo, y el pronóstico es desfavorable.

¿Qué debemos hacer antes de vacunar a un gato? #

Previamente a la vacunación es necesario desparasitar a nuestro gato, ya que si este presenta una carga parasitaria elevada podría hacer que su sistema inmune no trabaje correctamente y la vacunación no sea totalmente efectiva. También es importante realizarle una prueba de leucemia e inmunodeficiencia para conocer su estado actual de salud, proporcionarle los cuidados adecuados y no administrarle vacunas innecesarias.

Gatos sanos, familias sanas #

Un calendario de vacunación completo, además de ayudar a salvaguardar a nuestra mascota previniéndole el contagio de enfermedades virales y bacterianas, también evita la transmisión de enfermedades entre otros gatos que convivan en el mismo entorno.

Por ello, cumplir con los planes de vacunación y desparasitación recomendados por el veterinario, mantener una higiene adecuada y brindar una alimentación saludable a nuestra mascota serán las claves para prevenir la aparición de estas enfermedades y evitar que pueda contraerla nuestro animal, alguna otra mascota de nuestra familia, o incluso, que nuestro gato nos contagie algún parásito a nosotros.

AniCura Asturpet Hospital Veterinario

AniCura Abros Hospital Veterinario

Contact a veterinarian

Error

An error has occurred. This application may no longer respond until reloaded.