En general, no solemos ser conscientes de la importancia que tiene la comunicación no verbal a la hora de relacionarnos con nuestro entorno, pero es una forma muy eficaz de expresar nuestros sentimientos. En el caso de los animales de compañía es mucho más importante, ya que es la única forma que tenemos de comunicarnos con ellos.
Lo cierto es que ni es sencillo ni rápido entender qué quiere decir un gato, pues la comunicación de los felinos suele ser muy sutil y, por lo general, bastante más compleja de descifrar que la de otras mascotas.
No obstante, se puede aprender a entender qué quiere comunicar en cada momento a través de sus gestos y movimientos como la postura, la posición de las orejas, la cola o sus maullidos.
Influencia de la raza
La comunicación felina puede depender en cierta parte de la raza. Mientras los siameses son considerados de los más charlatanes entre los felinos, las razas de pelo largo suelen ser relativamente silenciosas. Sin embargo, quitando esas pequeñas diferencias, la forma de comunicación es similar. Si bien es cierto que algunas razas pueden mostrar más expresividad que otras, fomentar la estimulación del entorno de un gato puede ayudar a desarrollar su capacidad de comunicación a largo plazo.
Cómo se hacen entender
Para mantener una buena relación con las mascotas, su cuidador debe saber reconocer e interpretar qué sienten para poder así garantizar la atención que merecen. En este sentido, se presentan algunas pistas acerca del significado de las posturas más comunes y las características principales de los estados de ánimo de estos peludos.
Necesidad de interacción y caricias
Podemos identificarla cuando el gato se sienta en el regazo de su propietario y ronronea mientras permanece tumbado o muestra el lomo arqueado sin erizar el pelo. En otras ocasiones, el gato buscará interactuar con él buscando su mano para frotarse con ella.
Miedo
Si el felino tiene miedo, lo más probable es que tienda a esconderse. Se puede notar en la dilatación de sus pupilas, ya que les ayuda a estar alerta. También se puede identificar en la posición de sus orejas hacia los lados o hacia atrás, además de esconder la cola o agitarla.
Hambre
El maullido es la forma más común en la que un gato va a expresar su necesidad de ingerir alimento. Si está hambriento no dudará en maullar de manera insistente y perseguir a su cuidador por la casa. No obstante, hay que tener precaución con este tipo de demandas o se convertirá en un hábito.
Enfado o defensa
Esto es lo más fácil de identificar, ya que cambia el aspecto del gato. El signo habitual por excelencia es el pelo erizado, con el lomo y la cola hinchados y marcha lateral respecto a donde está la amenaza. El bufido y el gruñido son también muy frecuentes. En este caso, el ataque puede ser inminente, por lo que se debe tener precaución.
Estrés
Aunque, generalmente, el ronroneo es señal de relajación, no siempre es así. También se cree que en algunos contextos puede ser señal de miedo o estrés. Si se trata de un cachorro, puede ser que emplee este sonido para llamar a su madre y que lo localice.
Sergio Martínez, Etólogo veterinario de AniCura Constitución Hospital Veterinario