Las infecciones parasitarias externas son las más frecuentes en los hurones, sobre todo las que pueden afectar a la piel. Según el parásito, pueden variar en cuanto a la gravedad y la sintomatología, así que a continuación te dejamos una guía de los parásitos en hurones más comunes y sus consecuencias.
¿Cuáles son los parásitos que pueden afectar a mi hurón?
Las garrapatas
Ixodex ricinus es la especie más frecuente entre los hurones domésticos, aunque se pueden encontrar otras especies en hurones que salen al exterior y tienen contacto con otros animales.
Los síntomas que generan las garrapatas suelen ser pequeñas heridas causadas por la acción mecánica del capítulo (la parte rostral de la garrapata), o en casos de infestaciones graves podrían llegar a producir anemias.
Las Pulgas
Tu hurón se puede ver infectado por las pulgas del perro o del gato (Ctenocephalides sp.). La transmisión se produce por contacto directo con el portador o a través del medio ambiente.
El síntoma que suelen causar las pulgas es una situación de prurito abundante, sin embargo, en esta especie no suele haber reacciones de hipersensibilidad (alergias).
La sarna auricular
Otodectes cynotis es el ácaro causante de esta patología. Se aloja en los conductos auditivos, causando síntomas como sensación de picor y abundante secreción marronácea, que no se ha de confundir con el cerumen fisiológico.
La transmisión se produce por contacto directo con otro animal afectado (hurón, gato, perro) que en muchas ocasiones son asintomáticos.
La sarna del tronco o sarcóptica
Originada por Sarcoptes scabiei, se trata de una condición muy pruriginosa y contagiosa, que habitualmente se desarrolla en el tronco, o, en casos más localizados, en las extremidades. Se transmite por contacto directo y a través del medio ambiente.
La sarna demodécica.
Un parásito poco habitual en hurones, pero que puede ocurrir. Se caracteriza por coloración amarillenta en la zona perianal y peribucal; no suele ser causante de prurito.
¿Mi hurón puede tener parásitos internos?
Aunque menos frecuente, los hurones también pueden sufrir parásitos internos. En general, estas parasitosis del aparato digestivo son menos frecuentes que en el perro y en el gato, y afectan principalmente a animales jóvenes o inmunodeprimidos. Se diagnostican tras la exploración, la detección de signos clínicos compatibles y mediante un estudio coprológico.
Los síntomas de los parásitos internos en el hurón son los típicos de enfermedad gastrointestinal, como pueden ser vómitos, diarreas, dolor abdominal, tenesmo, debilidad, adelgazamiento o incluso deshidratación. En el caso de los protozoos puede llegar a producirse prolapso rectal.
¿Cómo tratar a mi hurón si tiene parásitos?
Como con otros animales, el tratamiento dependerá de la causa y del tipo de parásito que tenga tu hurón.
En general, el tratamiento se realiza a base de antiparasitarios externos: imidoclopramida, moxidectina, selamectina, fipronilo para pulgas, e ivermectina en casos de sarna. Al igual que en otras especies, se aconseja la prevención para evitar tener que combatir enfermedades ni plagas en nuestro hogar.
En el caso de los parásitos internos, el tratamiento también se realiza en función del tipo de parásito que presente, y suele ser a base de sulfamidas, metronidazol o selamectina.