Los hurones son unos animalillos muy curiosos y juguetones. Aprender un poco más de esta especie nos ayudará a conocer su comportamiento, gustos y sus principales cuidados, para que este pequeño amigo sea feliz en nuestro hogar.
¿Qué debes saber antes de meter un hurón en casa? #
Los hurones son pequeños roedores que pueden llegar a vivir entre 8 y 10 años y maduran sexualmente entre los 7 meses y el año de edad. Entran en celo dos veces al año, y la ovulación de la hembra es inducida por la monta (es decir, presenta celos persistentes en caso de no haber monta). En caso de embarazo, la gestación es de aproximadamente 42 días y pueden tener de 2 a 10 crías.
Por lo general, los machos alcanzan un mayor peso que las hembras y suelen mudar en primavera y en otoño. Puede llegar a producirse incluso una alopecia fisiológica simétrica, afectando a la cola, flancos y muslos.
El olor de los hurones
Los hurones desprenden un característico olor almizclado que se debe principalmente a la secreción de las glándulas cutáneas sebáceas, secreción regulada por los andrógenos, más fuerte en machos enteros. Estas glándulas suelen involucionar con la esterilización (castración u ovariohisterectomía). Poseen también unas glándulas o sacos anales, cuya secreción desprende un olor intenso. Esto suele ocurrir cuando están asustados, excitados, durante el celo o la inducción anestésica.
¿Cuáles son los hábitos de los hurones? #
Aunque son animales muy juguetones y activos, también son dormilones y perezosos. Necesitan un buen sitio donde disfrutar de sus horas de descanso, con su hamaca o cama y sus juguetes, túneles, etc. para los momentos de juego. También es muy importante ayudarlos a mantenerse limpios, siempre con una rinconera con viruta o papel extrusionado donde puedan hacer sus necesidades. Y mucho cuidado con los juguetes y objetos de tela, ¡les encanta comérselos!
El enriquecimiento ambiental es muy importante y también debes ofrecerles espacios adecuados para poder jugar, descansar contribuirá a que nuestro hurón esté en perfectas condiciones.
- La convivencia entre dos o más hurones generalmente es buena.
- Son animales carnívoros; su alimentación debe estar basada en proteína de alta calidad, como la que se incluye en los piensos especiales para ellos o en alguno de gatitos de alta gama. Recuerda que, como en todos los animales, hay muchos alimentos prohibidos para hurones.
- Es obligatoria la colocación de microchip en tu hurón para su correcto registro.
Enfermedades que pueden afectar a tu hurón #
Como con todos los animales, es muy importante la prevención con vacunas y desparasitación para evitar riesgos innecesarios en la salud de tu mascota. Hay varios parásitos que pueden atacar a tu hurón y que deben ser tratados, tanto externos (pulgas, garrapatas) como internos.
A su vez, desde hace años, se está vacunando a los hurones frente al virus del moquillo canino (altamente mortal y de contagio por contacto directo) y de la rabia (solo obligatoria en algunas comunidades autónomas, y transmitida únicamente por mordedura). Si vas a viajar con tu hurón a una zona endémica de enfermedades de riesgo, como por ejemplo la filariosis, es muy recomendable tomar medidas de precaución.
Como con otras mascotas, hay muchas patologías que pueden afectar a tu hurón; de origen cutáneo, entérico, vírico, miocardiopatías, hepáticas, linfomas… Es frecuente incluso que desarrollen dos o más patologías al mismo tiempo. Las más comunes suelen ser las enfermedades de tipo endocrino: los insulinomas y la enfermedad de las glándulas adrenales.
El insulinoma en hurones
Esta enfermedad es más frecuente en animales de 4 – 5 años, y se produce por un exceso de insulina como consecuencia de un tumor de páncreas. Algunos de los principales síntomas clínicos son debilidad, pérdida progresiva de peso, episodios de bajadas de glucemia, pérdidas de masa muscular y/o mal pelaje.
En un animal con insulinoma se pueden detectar un aumento en el tamaño del bazo y los linfonodos reactivos. Para llevar a cabo un diagnóstico se precisa de algunas pruebas complementarias como análisis de sangre para valorar la glucemia y de insulina (los valores de insulina normales están comprendidos entre 4.88 y 34.84 uU/ml, mientras que los valores en un animal con insulinoma ascienden a 200-300 uU/ml). Radiografía y ecografía para valorar la estructura del páncreas, detectar hiperplasia o masa tumoral. Laparotomía exploratoria y/o resección del tumor, pancreatectomía, … Lo que nos permite además valorar el estado de otros órganos como riñones, hígado, intestino, etc.
El tratamiento definitivo es siempre quirúrgico, y las recidivas son frecuentes. Para aquellos casos en los que la cirugía no es una opción podemos recurrir a un tratamiento paliativo a base de corticoides.
La enfermedad adrenal en hurones
Se trata de una hiperplasia o neoplasia de las glándulas adrenales (de una o de las dos). Ocurre tanto en machos como en hembras, y responde a factores de riesgo como la edad, la castración temprana o causas genéticas.
Algunos de los síntomas en ambos sexos son la distensión abdominal, alopecia bilateral simétrica, anemia/trombocitopenia, pérdida de peso/anorexia, PU/PD y disuria/obstrucción. Además, en hembras, descarga vaginal, comportamiento de celo y edema vulvar en esterilizadas.
El diagnóstico se alcanza a partir de los síntomas, observación de las glándulas adrenales en ecografía y presentación de un nivel elevado de hormonas sexuales en sangre.
En cuanto a la prevención y tratamiento de la enfermedad adrenal, se recomienda realizar una ecografía abdominal a partir de los 2 – 3 años para su detección precoz; de esta manera controlamos regularmente el tamaño y el aspecto de las glándulas.
Las opciones de tratamiento son dos y se utilizan también en ocasiones como forma de prevención:
- Tratamiento médico: Fármacos en forma de implantes que bloquean las hormonas sexuales. La principal desventaja es que estos no detienen el desarrollo de tumores.
- Tratamiento quirúrgico: Se trata de la extirpación de una o de ambas glándulas.