Esta patología consiste en la inflamación simultánea de tres órganos clave: el intestino delgado (enfermedad inflamatoria intestinal), el hígado (colangitis o colangiohepatitis) y el páncreas (pancreatitis).
Esta conexión entre órganos explica por qué un problema digestivo en el gato puede evolucionar rápidamente hacia un cuadro más grave si no se detecta a tiempo.
¿Qué causa la triaditis felina? #
Aunque la triaditis felina es una de las enfermedades más comunes en gatos, sigue teniendo algunos aspectos desconocidos. Aún así, los especialistas coinciden en varios factores de riesgo:
- Anatomía felina: El páncreas, el hígado y el intestino delgado están conectados por un mismo conducto. Esto facilita que una inflamación en un órgano se extienda rápidamente a los otros.
- Enfermedades gastrointestinales previas: Gatos con diarrea crónica, intolerancias alimentarias o enfermedad inflamatoria intestinal tienen mayor probabilidad de desarrollar triaditis.
- Infecciones bacterianas: Especialmente aquellas que ascienden desde el intestino hacia los conductos biliares.
- Alimentación inadecuada: Dieta con demasiado contenido graso o poca fibra, cambios bruscos de comida o calidades bajas pueden favorecer la inflamación digestiva.
- Estrés: Factores como mudanzas, cambios de rutina o la presencia de nuevos animales en casa pueden generar picos de estrés en gatos afectando su sistema inmunitario y digestivo.
Síntomas más comunes en gatos #
La triaditis puede manifestarse de forma leve o muy agresiva. Los signos más habituales son:
- Vómitos recurrentes, a veces con bilis
- Pérdida de apetito o rechazo total de la comida
- Letargo, aislamiento o falta de actividad
- Diarrea o heces blandas
- Dolor abdominal, especialmente al tocar la zona del vientre
- Pérdida de peso progresiva
- Ictericia (color amarillento en encías y ojos) cuando hay afectación hepática
Estos síntomas a veces se confunden con una «indigestión puntual». Sin embargo, si un gato deja de comer más de 24 horas, debe considerarse una urgencia veterinaria, ya que pueden aparecer complicaciones como la lipidosis hepática.
Diagnóstico de la triaditis felina #
Para un diagnóstico fiable, las clínicas veterinarias españolas emplean varias pruebas complementarias:
Analítica sanguínea completa
Permite detectar:
- Elevación de enzimas hepáticas
- Cambios en el páncreas
- Alteraciones inflamatorias
Ecografía abdominal
Es una de las herramientas más útiles para valorar el páncreas, los conductos biliares y el intestino.
Test específicos pancreáticos (fPLI)
Ayudan a confirmar pancreatitis, un componente clave de la triaditis.
Pruebas de bilis u otros marcadores hepáticos
Indican si el hígado está afectado y en qué grado.
En algunos casos, biopsias
Cuando se necesita un diagnóstico más preciso del intestino o del hígado.
Tratamiento de la triaditis felina #
El tratamiento suele ser multimodal, ya que se deben abordar los tres órganos afectados.
- Control del dolor y la inflamación: Se utilizan analgésicos específicos para gatos y, en algunos casos, antiinflamatorios como los corticoides.
- Tratamiento antibiótico (si procede): Solo se usa cuando las pruebas indican infección bacteriana, especialmente en casos de colangitis.
- Medicación para el páncreas: Incluye protectores digestivos y antieméticos para controlar los vómitos.
- Dieta veterinaria: Es una de las claves para estabilizar al paciente. Debe ser baja en grasa, de fácil digestión, moderada en fibra y alta en proteína de calidad. Muchos veterinarios recomiendan marcas específicas diseñadas para gatos con problemas digestivos o pancreáticos.
- Sueroterapia: En casos graves o cuando el gato no come, se aplica fluidoterapia para estabilizar al paciente.
- Manejo del estrés: Mantener rutinas estables, evitar ruidos bruscos y proporcionar zonas tranquilas para descansar ayuda mucho en la recuperación.
Pronóstico y cuidados a largo plazo #
Con tratamiento adecuado, muchos gatos logran llevar una vida normal, aunque algunos pueden requerir:
- Dieta especial de por vida
- Revisiones veterinarias periódicas
- Control de peso y estrés
- Medicación intermitente en caso de recaídas
El pronóstico varía según la rapidez del diagnóstico y la gravedad inicial del cuadro.
Prevención: cómo reducir el riesgo de triaditis felina #
Mantener una alimentación equilibrada y de calidad es fundamental para prevenir esta enfermedad. También hay que asegurarse que se evitan cambios bruscos de dieta y controlar el estrés en casa. Cualquier anomalía, como los vómitos frecuentes, deben ser motivo de alarma y deberían consultarse con el equipo veterinario, además de acudir a revisiones periódicas anuales.
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