Aunque los motivos son diversos, detrás de todo aquello existe el deseo del perro de comunicarse con nosotros así que interpretarlo dependerá del contexto.
Una llamada de atención
Cuando nuestro perro nos mira fijamente a los ojos puede deberse a varios motivos, y dependerá del contexto en el cual se dé dicha conducta que sea por una razón u otra. Por lo general, suele ser una forma de llamar nuestra atención, y la veremos por ejemplo cuando tienen hambre y quieren comida, cuando quieren jugar o bien cuando buscan cariño. Esta habilidad que tienen los perros para mirarnos a los ojos se cree que es fruto de miles de años de domesticación, pero asimismo es una conducta que se refuerza con facilidad, puesto que muchas veces cuando un perro mira fijamente a los ojos de su dueño, finalmente consigue su atención.
Un animal muy observador
Aun así, no es extraño que te plantees si es normal que se quede mirándote fijamente durante un tiempo. La duración de una mirada es variable y, de nuevo, dependerá de la situación. Sí podemos decir que el hecho de que nuestro perro nos mire con frecuencia es un indicador de que existe una buena comunicación.
De forma instintiva, los perros se fijan en nosotros y aprenden a entendernos día tras día, lo cual favorece que, además, cada perro vaya mejorando su habilidad social con las personas y forme vínculos verdaderamente fuertes con sus propietarios.
Sabemos, además, que los perros son muy observadores, ¿puede delatar este comportamiento mera curiosidad? Así es. Precisamente su capacidad de observación y curiosidad hacia nosotros es lo que permite el establecimiento de relaciones complejas entre perros y personas, aunque sean de especies diferentes. Fruto de la evolución y la selección a lo largo de miles de años, el perro ha desarrollado una capacidad de observación y una sensibilidad especial para entender gestos y palabras de personas, y ambas facultades constituyen la base que permite a cada perro aprender y desarrollar su extraordinaria capacidad comunicativa con nosotros.
¿Puede tratarse de una muestra de miedo o, por el contrario, de que esté contento?
Cuando un perro tiene miedo, más bien tiende a desarrollar conductas de evitación, tales como evitar el contacto visual y adoptar posturas de sumisión (orejas bajas, cola entre las patas, etc.). Esto no significa que un perro que tenga miedo no nos mire a los ojos en ningún momento, pero sí que no mantendrá un contacto directo fijo. Por otro lado, cuando un perro está contento puede ser que nos mire a los ojos, pero no tiene por qué haber una relación directa entre ambos hechos. Normalmente, tal y como hemos comentado, los perros nos miran a los ojos con finalidad comunicativa.
En el extremo opuesto, ¿por qué hay perros que evitan nuestra mirada?
Cuando un perro evita la mirada de un humano suele ser una manifestación de miedo y/o inseguridad. De hecho, la desviación de la mirada forma parte del lenguaje corporal de los perros, y se considera una señal de sumisión. Cuando un perro evita el contacto visual con alguien lo hace para prevenir confrontación, y es una conducta que aparece normalmente en situaciones en las que el perro no se siente cómodo. Por ejemplo, si un perro recibe un castigo, seguramente sentirá miedo y estrés y en consecuencia, veremos que mirará a un lado y evitará el contacto visual. Esta respuesta no debemos interpretarla como que el animal nos está ignorando, sino como un intento de evitar conflicto. De hecho, esta es una de las razones por las que el uso del castigo está desaconsejado para educar correctamente a un perro. El castigo suele desencadenar respuestas de miedo en vez de un aprendizaje; resulta más eficaz utilizar técnicas basadas en refuerzo positivo.
Anna Jovells, veterinaria y etóloga de AniCura Vetamic Clínica Veterinaria