Cómo cuidar las almohadillas de los perros

Las almohadillas de los perros son muy resistentes y están preparadas para andar y correr sin sufrir ningún daño, actuando como un zapato. No obstante, hay que tener en cuenta que se trata de una zona muy sensible a la que tenemos que prestar especial atención para que se mantengan en buenas condiciones.

No debemos olvidar que las patas de los perros se encuentran en contacto permanente con el suelo y, si no las cuidamos, pueden agrietarse, herirse o quemarse. De hecho, el tipo de suelo sobre el que camine nuestra mascota influye considerablemente en ello, especialmente en aquellos perros que hacen mucho ejercicio o que dan largos paseos.

Por eso, en este artículo te explicamos cómo proteger las almohadillas de los perros y cómo cuidar las heridas en caso de que se produzcan.

¿Cómo son las almohadillas de los perros?

Las almohadillas de los perros están formadas por cuatro secciones con depósitos de grasa que les proporcionan elasticidad para amortiguar los golpes al correr y que el impacto a la hora de apoyarlas en el suelo sea menor.

Pero, además, poseen glándulas sudoríparas, que se encargan de regular la temperatura y de mantenerlas húmedas para evitar que aparezcan grietas. Con lo cual, si vemos las almohadillas de los perros agrietadas, debemos tomar las medidas oportunas para curarlas, ya que una almohadilla sana siempre debe estar suave y dura.

Es bastante probable que alguna vez hayas visto a tu perro restregar las patas contra el suelo después de hacer sus necesidades. Es la manera que tienen de expandir su olor a través de las glándulas para marcar su territorio.

Cómo proteger las almohadillas de los perros

La falta de hidratación o los objetos punzantes pueden provocar grietas y heridas en las almohadillas de los perros. La crema hidratante, el aceite de oliva, la vaselina, el aloe vera, el aceite de coco y la rosa mosqueta pueden ayudar a protegerlas.

Pero la temperatura también influye mucho en ello. Caminar sobre el hormigón o el asfalto caliente, o sobre una zona de hielo puede causar graves quemaduras. Por eso, debemos tener mucho cuidado con el terreno por el que paseamos con nuestro perro y evitar ciertos tipos de suelos a determinadas temperaturas.

Además, también pueden aparecer heridas por erosión debido al roce y al desgaste de la piel, lo que suele ocurrir al caminar por suelos muy duros o por el ejercicio excesivo. En algunos casos, incluso podemos ver la  almohadilla del perro en carne viva. Pero también pueden lesionarse por falta de actividad, ya que la piel se vuelve más blanda y más delicada. Para caminatas largas o terrenos complicados, podemos ponerle unas botas protectoras.

Cómo cuidar una herida en las almohadillas de un perro

Para curar este tipo de heridas, lo primero que debemos hacer es lavar bien la herida con agua templada y jabón para eliminar cualquier tipo de suciedad. En el caso de que hay mucho pelo alrededor de las almohadillas, es aconsejable cortarlo para prevenir infecciones. Después, con ayuda de una gasa, aplicaremos betadine o agua con sal para desinfectar la zona. Por último, es recomendable echar una pomada cicatrizante para proteger la herida y favorecer la cicatrización. Si es necesario, le pondremos una venda para evitar el contacto con el suelo. Hay que cambiar el vendaje 2 o 3 veces al día, repitiendo la curación en cada uno de ellos.

Enfermedades más comunes en las almohadillas

Además de las lesiones que hemos ido explicando, también hay ciertas patologías que pueden afectarles. Algunas de las enfermedades en las almohadillas de los perros que podemos ver con más frecuencia son las siguientes:

• Hiperqueratosis plantar

Consiste en el aumento del grosor del tejido queratinizado, provocando un engrosamiento y endurecimiento de la piel, dando lugar a grietas y sequedad.

• Dermatitis por contacto

Se trata de una reacción alérgica provocada por productos químicos o alérgenos ambientales, dando lugar a un enrojecimiento que puede provocar hemorragias y lesiones erosivas.

• Vitíligo plantar

Se trata de una enfermedad genética que produce una falta de pigmentación de la piel. No obstante, no afecta ni a la calidad ni al bienestar del animal.

• Hongos

Los hongos en las almohadillas de los perros pueden estar causados por la humedad excesiva, la dermatofitosis, una bajada de defensas o una infección secundaria.

En definitiva, es fundamental cuidar las almohadillas de nuestro perro, ya que son las que le protegen de daños externos. Pero, aunque hay muchos remedios para protegerlas y cuidarlas nosotros mismos, si sufren algún daño siempre es conveniente hacer una visita al veterinario para evitar que el problema empeore.