¿Podemos sospechar como están nuestras mascotas por sus heces?
Si, las heces nos pueden dar indicios de determinadas alteraciones o patologías aun cuando las mascotas no hayan manifestado síntoma alguno de enfermedad. Las deposiciones pueden indicarnos su estado de salud. Por eso, revisar las heces de los perros y los gatos debería ser una tarea diaria a tener en cuenta por todo cuidador.
Hay que estar atentos tanto a un cambio de color como de consistencia. También es importante vigilar la frecuencia y la cantidad de las mismas. Cualquier cambio puede estar indicando una patología más o menos importante.
En las heces podemos observar si han comido hierbas u objetos extraños en general, por lo que resultan útiles también para conocer los hábitos de nuestros queridos amigos.
¿Cómo deben ser las de los perros?
Las heces de los perros deben ser más bien compactas, de forma firme y definida, ni secas ni duras, de una consistencia tal que permita recogerlas perfectamente y de color marrón oscuro, aunque cada perro es diferente. Estas características pueden verse medianamente alteradas incluso por la toma de algunos medicamentos.
¿Y la de los gatos?
La materia fecal de los gatos debe ser maleable, ni muy blanda ni muy dura y de color marrón oscuro, aunque no demasiado.
Las heces en forma de pequeñas bolas duras pueden ser un indicador de estreñimiento, pero también de serios problemas de salud tales como trastornos neurológicos o metabólicos, o una obstrucción de colon (según indicación de International Cat Care), como también pueden mostrarnos que el gato está deshidratado.
¿Puede la dieta alterar la defecación?
Si, la dieta puede alterar la defecación de las mascotas ya que la misma puede verse afectada cuando hacemos un cambio abrupto del alimento, así como cuando les damos golosinas o comida de humanos.
También el consumo de huesos provoca muchas veces alteraciones en las deposiciones. Debido a este hábito alimentario, el perro puede hacer heces muy duras y sufrir estreñimiento, como en ocasiones, todo lo contrario y padecer diarrea. Además, su coloración seguramente cambie puesto que el color de las deposiciones dice mucho de la comida que haya ingerido.
¿Por qué el cambio de pienso o de dieta afecta las heces?
El cambio de alimento puede afectar las heces para mejor o para peor.
Mejorarán si el nuevo alimento es muy digestible, es decir con proteínas de alta calidad, completo y equilibrado y si se hace un cambio gradual con su anterior pienso o comida húmeda, o si encontramos el alimento adecuado para la patología que sufre el animal.
Afectará para peor si ese cambio se ha hecho de forma repentina o según la sensibilidad que pueda tener la mascota a algún componente de la nueva dieta. Por esto último podemos afirmar que no siempre un alimento de alta gama garantiza la calidad de las heces a todas las mascotas, aunque si a la mayoría.
¿Qué enfermedades o trastornos pueden afectar?
Hay patologías que pueden cambiar la textura, la cantidad, el color y la consistencia de las heces como son las enfermedades: pancreática, hepática, alérgicas e intolerancias alimentarias, intoxicaciones, enfermedades parasitarias, deshidratación, ansiedad, estrés y en general todas las relacionadas con los problemas intestinales.
¿Cuáles son los signos en las heces que nos tienen que alarmar?
Tenemos que prestar atención y llevar el perro al veterinario si las heces son negras, rojas, grises, blancas, verdes o amarillas. Cada color puede indicar un problema diferente.
Las heces son desechos orgánicos que en su mayor porcentaje están compuestas por agua, pero también contienen bacterias vivas y muertas, mucosidad intestinal, proteínas, grasas y sales, así como células muertas. Se debe eliminar lo justo. Si la mascota hace las heces blandas, sean pastosas o liquidas, no se está nutriendo bien, el intestino no está absorbiendo todos los nutrientes necesarios para mantener íntegra su salud. Incluso si las heces son muy líquidas puede deshidratarse y descompensarse.
Por otro lado, si las heces son muy duras pueden provocar estreñimiento, lo cual conlleva a enfermedades muy serias si el problema persiste. Aunque el origen de este estreñimiento también puede ser tan simple como que no beba lo suficiente, no haga ejercicio o que su alimento no contenga la suficiente cantidad de fibra.
Por lo general las heces se endurecen cuando pasan demasiado tiempo en el colon y hay que buscar el motivo.
Si tiene heces con sangre puede padecer anemia. Si la sangre es oscura puede estar indicando una enfermedad subyacente no siempre reversible.
Y si hace heces con moco puede estar eliminando parte de la flora intestinal que protege al intestino.
Como vemos, los excrementos de nuestras mascotas son muy importantes desde el punto de vista de su salud.
¿Qué es importante tener en cuenta en este análisis?
Es fundamental que los cuidadores sepan qué si las heces de sus mascotas tienen parásitos, se los pueden transmitir a ellos, a sus familias, a otros animales y al medio ambiente en general. Por lo cual se sugiere usar siempre guantes para recogerlas y lavarse bien las manos luego de manipularlas. Así como recogerlas rápidamente cada vez que defequen.
El primer consejo es tener a la mascota correctamente desparasitada internamente, hacerlo cada 3 meses y realizarle un análisis coprológico (analítica de heces), por lo menos 2 veces al año.
Alicia Fernández Vitali, Auxiliar Responsable Nutrición de AniCura Abros Hospital Veterinario