Para efectuar un diagnóstico correcto sobre una presunta infección bacteriana se extraerá una muestra con un bastoncillo, o bien con una pequeña cantidad de secreción o líquido (por ejemplo, orina), la cual se ha de depositar en nuestros laboratorios especializados en bacteriología.
Dependiendo del encargo del veterinario, la muestra se cultivará con distintos medios de cultivo, temperaturas y atmósferas. A veces, también el laboratorio realizará una aplicación directa de la muestra analizándola en el microscopio con el fin de facilitar un resultado preliminar.
Se precisan varios días para obtener una respuesta definitiva sobre un cultivo de bacterias, puesto que estas deben crecer en los medios de cultivo antes de poder establecerse su tipo y resistencia. En las determinaciones de resistencia, se estudia la sensibilidad del aislado bacteriano respecto a diferentes antibióticos, constituyendo este un paso fundamental para poder tratar al perro o gato con el tipo de antibióticos apropiado.