SÍNTOMAS
La piómetra afecta a perras y gatas de edad generalmente avanzada. Generalmente aparece después del celo (entre 15 días y 2 meses).
Entre sus principales síntomas: decaimiento, aparece secreción por vulva (esta secreción ya no es tan limpia como la del celo, sino que tiene un color mas oscuro). En ocasiones los animales no manchan. Además aparece un aumento en las ganas de beber bastante marcado (polidipsia), asociado con un incremento en la ganas de orinar (poliuria) El apetito está disminuido, incluso dejando de comer. En ocasiones aparecen vómitos.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de la enfermedad se realiza mediante la realización de una analítica general de sangre y una radiografía (o en su caso una ecografía), además de la realización de una buena anamnesis.
TRATAMIENTO
El único tratamiento efectivo para esta enfermedad es el quirúrgico, que consiste en la castración del animal. Si se opera de forma rápida las posibilidades de buena evolución son mayores.
Hay que saber que las perras tienen el celo durante toda la vida. La ausencia de celos o celos irregulares predisponen al padecimiento de esta enfermedad. De la misma forma, las perras con antecedentes de “embarazos psicológicos” o pseudogestaciones, tienen igualmente mayor predisposición.
La utilización de hormonas para prevenir la aparición del celo o para interrumpir gestaciones no deseadas predisponen también a padecer esta enfermedad.
La tendencia en la clínica veterinaria actual lleva a la castración prematura de las perras cuando estas son jóvenes. Con ello evitaremos seguro la aparición de esta enfermedad en el futuro.
Como siempre, la principal recomendación es acudir al veterinario si vemos:
- Manchado por vulva a los días de haber terminado con el celo (no siempre aparece)
- Aumento de las ganas de ver (polidipsia) y aumento de las ganas de orinar (poliuria).
- Decaimiento, apatía, anorexia, entre otros.