La llegada de un bebé a casa lo revoluciona todo, pero ¿cómo compaginarlo con una mascota? Es importante que prepares a tu perro para el nacimiento de tu bebé, tanto durante el embarazo como ya después del nacimiento.
El nacimiento de un bebé supone cambios en la rutina y en los horarios, toda la atención volcada en el niño, nuevas dinámicas familiares, más gente en casa... todo esto lo va a notar tu perro
¿Cómo preparar a tu perro durante el embarazo?
Antes de que el bebé llegue, tenemos que acostumbrar al perro a un horario realista y que podamos mantener una vez este el niño en casa. Empezaremos a dar de comer y a dar los paseos a las horas que podamos hacerlo cuando el bebé este presente. Este horario puede ser muy distinto al actual, así que es mejor comenzar cuanto antes para el que el perro no sufra todos los cambios a la vez.
En esta rutina, debemos incluir 5-10 minutos de atención solo para el perro, mínimo una o dos veces al día. Podemos aprovechar para acariciarlo, cepillarlo, jugar con sus juguetes… En la medida de lo posible deberá a ser a la misma hora y debemos asegurarnos que podremos mantenerlo una vez llegado el niño.
También es importante dejar entrar al perro en la habitación que preparada para el bebé. No podemos dejarlo fuera de la habitación del bebé todo el tiempo, los olores nuevos lo atraerán y debe acostumbrarse a ellos lo antes posible. Es una buena idea comprar las lociones, el talco, los pañales con antelación para que el perro pueda empezar a familiarizarse poco a poco.
No podemos dejar subir ni tumbarse al perro en ningún mueble del niño, y si lo hace debamos corregirlo.
¿Qué hacer con la llegada del bebé?
Una vez nazca el bebé ha llegado el momento de la verdad. El grueso de tu atención estará centrada en el nuevo miembro de la familia, ¡pero no debes olvidarte de tu perro!
Mientras estés en la clínica, no dejes al perro completamente solo. Además, es buena idea llevar a casa alguna toalla o paño con el olor al niño y jugar con el perro, darle premios y acariciarlo mientras le mostramos la toalla, para que asocie el olor al bebé con experiencias agradables.
Al llegar a casa el perro se mostrará curioso. Debes permitirle que investigue al nuevo miembro de la familia y al mismo tiempo evitar que pueda hacerle daño sin querer. Un buen consejo es sacar al perro a pasear mientras el niño y la madre llegan a casa. Así se pueden instalar tranquilamente sin estar pendientes de las primeras impresiones, y el perro volverá contento y tranquilo después del paseo.
También conviene intentar que las personas que vengan a casa hagan un poquito de caso al perro en la medida de lo posible. Puede ser algo como darle una golosina, lanzarle un par de veces la pelota y acariciarlo de vez en cuando.
Cómo actuar en el primer contacto entre un perro y un niño
Ante todo, lo más importante es intentar actuar de la forma más relajada posible para no transmitir nervios y excitación al perro. En ningún caso debemos castigar al perro por querer investigar al bebé, al contrario, es positivo que lo haga suavemente. Debemos intentar evitar a toda costa que asocie la presencia del niño con algo negativo.
Si el perro es de raza grande o muy nervioso, una buena idea es mantenerlo sujeto con la correa de paseo hasta que su ímpetu por oler al niño se reduzca. También podemos distraer su atención con algún premio para que se calme poco a poco.
Si el perro se acerca al bebe y lo huele de una forma tranquila, debemos premiarlo con caricias y palabras suaves.
Es importante no forzar la interacción entre el perro y el niño y permitir que el contacto se lleve a cabo de forma gradual. Tampoco debemos dejar al perro y al bebe juntos ni un instante sin nuestra supervisión. El perro podría sin querer hacerle daño al niño, por ejemplo, apoyando las patas y volcando la cuna.
¿Cómo evitar que el perro esté celoso del bebé?
Aunque aprovechemos los ratos tranquilos en los que el bebé duerme para estar con el perro, tu mascota puede asociar que la presencia de la criatura es la causa de no recibir atenciones y juegos, que solo recupera cuando el bebé no está.
Por eso, para evitar esas conclusiones y que no aparezcan los celos, debes:
- Prestar la misma atención, en la medida de lo posible, a tu perro aun cuando esté el niño presente.
- Intentar reducir, en cierto modo, las caricias y atenciones al perro cuando el bebé no esté presente.
De este modo, tu perro asociará la presencia del bebé con atención hacia él.
Cómo criar a un niño con un perro en casa
Con el paso del tiempo, será el niño quien busque el contacto con el perro para jugar con él. Debes recordarle que el perro no es un juguete y que no debe tratarlo a lo bruto, pues puede sentir dolor. No hay que tirarle del pelo, de la cola ni de las orejas, y las caricias deben ser suaves.
Perros y bebés, ¿cuándo preocuparte?
A veces un perro, por su carácter o educación, puede no ser compatible con un bebé en casa. Esto es aplicable a todos los perros al margen de la raza, el sexo y la edad, y que no necesariamente presenten problemas previos de comportamiento.
Si identificas a tu perro con alguno de estos rasgos debes tener cuidado:
- El perro gruñe o enseña los dientes cuando alguien de casa lo toca mientras come o tiene un objeto en la boca.
- Gruñe o enseña los dientes si lo quieren echar del lugar donde descansa.
- Gruñe o enseña los dientes al querer cepillarlo o bañarlo.
- Gruñe o enseña los dientes al sujetarlo o intentar moverlo.
- Gruñe o enseña los dientes a las personas que no son de la familia, en casa o en la calle.