Limpiar los oídos a mi perro. Guía paso a paso.
Para una buena salud general de un perro es necesario no sólo limpiar sus oídos sino también hacerlo de manera correcta. Y es que limpiar los oídos al perro de manera inadecuada puede llegar a provocar problemas mayores. Para hacerlo de una manera eficaz y correcta, sigue los siguientes pasos:
Paso 1
Consigue los materiales necesarios para comenzar la limpieza de oídos: gasas, bastoncillos y suero fisiológico. Es importante no usar algodón ni papel higiénico para limpiar los oídos del perro ya que podría romperse dentro y provocar una infección mayor.
Paso 2
Aparta el pelo del oído para asegurar que el canal auditivo queda despejado y que no se creen posibles infecciones a posteriori.
Paso 3
Coge una gasa, humedécela con suero o con un limpiador específico para ello. El uso de limpiadores auriculares en ocasiones resulta necesario y altamente recomendable para ablandar la cera y mejorar su limpieza. Masajea la base de la oreja y deja que el producto actúe. Pasados unos minutos, limpia la zona con una gasa seca.
Paso 4
En primer lugar, con una gasa humedecida, deberás limpiar todos los pliegues de la zona externa; posteriormente, con una gasa nueva y húmeda, limpia los pliegues internos. En caso de que la gasa salga sucia, repite la operación hasta que salga limpia. Además, tampoco deberás usar la misma gasa para ambos oídos.
Paso 5
Para una limpieza más profunda y exhaustiva, utiliza bastoncillos para los oídos. De esta manera conseguirás retirar la suciedad por completo en caso de que el perro se esté quieto. Cuidado con introducir el bastoncillo de manera muy profunda y llegar hasta el canal auditivo interno ya que podrías provocar grandes daños en el oído.
Paso 6
Es muy importante que, una vez limpias, seques bien las orejas de tu perro con una gasa seca ya que es una de las causas más frecuentes de la infección de oídos.
¿Con qué frecuencia hacerlo?
La frecuencia con la que se debe hacer una limpieza de oídos dependerá de las necesidades de cada perro, el lugar donde viven, la temperatura e incluso el tipo de orejas. Así, no es de extrañar que los perros que viven en el campo o con orejas grandes tienen mayor predisposición a acumular suciedad. En estos casos la limpieza deberá realizarse de forma más continua.
Por lo general, con una limpieza semanal suele ser suficiente para un perro con oídos sanos (incluso de manera quincenal). En caso de estar bajo recomendaciones o tratamiento veterinario, deberás seguir las pautas adecuadas de cada producto.
¿Cómo detectar una infección?
Los síntomas de una infección de oídos pueden variar dependiendo de la zona del oído donde se encuentre el problema, siendo normalmente peor cuanto más profunda esté la infección.
Si observas que tu perro sacude mucho la cabeza, se rasca excesivamente la oreja, presenta dolor al comer o al ladrar, se toca mucho la zona o produce secreciones el conducto auditivo, puede ser que su conducto auditivo presente alguna anomalía.
Además, es importante acudir al veterinario con el fin de identificar qué es exactamente lo que puede estar causándole la infección de oído. En función de la causa de la infección, el tratamiento a seguir será de una manera u otra.