La limpieza y la salud dental son tan importantes para tu perro como para ti. Más allá de la incomodidad o de las molestias, un cuidado dental deficitario puede causar mal aliento. La velocidad a la que el sarro crece varía de un perro a otro, por lo que es recomendable un chequeo dental regular y ajustar la regularidad del cepillado en función del mismo.
Si prefieres usar pasta de dientes, existen distintas opciones y productos para elegir. Por lo general, encontrarás distintos sabores atractivos para el perro, que harán que esta tarea sea más fácil y efectiva.
Otro consejo es que haya dos personas para el cepillado, especialmente si el perro es grande o si el gato no se deja manipular con facilidad. Uno sujetaría al perro o al gato, mientras el otro le cepilla los dientes.
En casos avanzados de deterioro, es posible que se haga necesaria una extracción dental.
Nuestros consejos de cepillado:
- Utiliza un cepillo suave o un dedal de goma con agua o con un poco de pasta de dientes especial para perros.
- Comienza con los dientes delanteras y después con la parte de atrás.
- Cepilla en pequeños movimientos de fricción y presta especial atención a la línea de las encías, asegurándote de que todos los dientes son cepillados, también los traseros.
- Tómatelo con calma si tu perro no está acostumbrado, para que no asocie el cepillado a una experiencia desagradable.
- Premia a tu perro y dale una chuchería al terminar.
- Cepilla con regularidad, preferiblemente varias veces a la semana.