
Ayuda con las alturas
A muchos gatos mayores les duelen las articulaciones. Considera colocar una rampa para ayudarlos a llegar al alféizar, al árbol para trepar o a otros lugares favoritos.
Adelántate para saber cuanto antes si padece enfermedades relacionadas con la edad. Los chequeos de salud periódicos ayudan a prevenir y diagnosticar enfermedades a tiempo. Déjate guiar por nuestros veterinarios.
Un gato mayor necesita cuidados y atención adicionales, asegúrate de que tu amigo esté lo más feliz y sano posible.
En nuestra guía digital para mascotas sénior, hemos recopilados datos y consejos sobre cómo garantizar una vida diaria sana para tu gato mayor. ¡Suscríbete y descárgala!
A muchos gatos mayores les duelen las articulaciones. Considera colocar una rampa para ayudarlos a llegar al alféizar, al árbol para trepar o a otros lugares favoritos.
Los boles ergonómicos y un arenero con un lateral más bajo facilitan las necesidades básicas.
A los gatos les gusta estar bien limpios y acicalados, pero con la edad puede resultarles más difícil hacerlo solos. Ayuda a tu mascota cepillándole el pelo a menudo.
Es bueno mantenerse al tanto de cómo cuidar a tu mascota sénior de la mejor forma.manera. Hemos recopilado muchos artículos sobre cómo garantizar un futuro sano para tu perro sénior.
Visita a tu veterinario para revisiones, análisis de sangre y orina, vacunacio- nes y dosis de recuerdo. Las revisiones y limpiezas frecuentes bajo anestesia son muy importantes para mantener una buena salud bucodental.
Cepilla su pelaje para eliminar el pelo suelto, favorecer la circulación sanguínea en la piel y distribuir los aceites naturales. Es importante proporcionarle una dieta equilibrada, a menudo rica en proteínas, así como una hidratación adecuada.
Deben hacer ejercicio adaptado a sus capacidades, con actividades de bajo impacto, juegos, ejercicios de escalada. Es importante vigilar sus patrones de sueño y asegurarse de que disponen de un espacio acogedor y tranquilo para relajarse.
Las encías inflamadas y enrojecidas, el mal aliento, las úlceras bucales o los tumores deben ser revisados por un profesional.
Observa si el gato cojea o si prefiere o evita utilizar alguna de sus patas: esto puede indicar artrosis.
Disminución del apetito, preferencias por determinados alimentos, dejar de comer o beber más agua.
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