En el abdomen es valioso para detectar cambios en los órganos como el hígado, el bazo o los riñones; también permite valorar el funcionamiento del estómago y el intestino, o examinar el interior de la vejiga urinaria. Además, cuando sospechamos que una paciente está en gestación, la ecografía abdominal nos muestra el estado del útero y de los fetos que se desarrollan en su interior.