Si bien la medicina interna engloba una serie de especialidades que no son fáciles de separar, nuestro equipo veterinario se encarga de organizar todo para clasificar y separar los casos que a priori se encauzan hacia cardiología, aparato digestivo, reproducción, etc.
Este trabajo en equipo hace que bajo la responsabilidad de un veterinario experimentado se maneje cada caso de la manera más adecuada.
Muchas veces, la complejidad de los síntomas del paciente dificulta el diagnóstico, lo que hace que transcurra un tiempo desde que nos hacemos cargo del caso hasta que iniciamos el tratamiento oportuno y emitimos el pronóstico. Hay que tener en cuenta que es preciso estudiar el historial clínico e interpretar los resultados analíticos y de imagen realizados.