Señales de que tu gato se hace mayor

El envejecimiento en los gatos es algo que se percibe en muchas ocasiones de manera sutil; son animales que mantienen un nivel constante de actividad a lo largo de su vida, y a veces pequeños cambios en su comportamiento o apariencia pueden pasar casi desapercibidas. Además, el proceso y la velocidad de envejecimiento varía entre individuos.

Signos físicos 

El envejecimiento puede tener signos físicos obvios, como la conocida aparición de pelos blancos, reducción de la visión o audición. También la pérdida de brillo en el pelaje, menor elasticidad de la piel, o incluso el adelgazamiento y pérdida de masa muscular, son otras señales físicas muy habituales, estas últimas con frecuencia asociadas a alguna patología crónica, como pueden ser los problemas renales, endocrinos, digestivos, o incluso bucales. Pero hay señales que en ocasiones no son tan evidentes, como la disminución de actividad, cojeras o limitación de los movimientos (ya no salta como lo hacía) generalmente derivadas de patologías que cursan con dolor, como puede ser la osteoartritis.

Peso

Lo normal es que, a medida que los gatos se hacen mayores, tengan más peso que los jóvenes y la razón es que no son tan dinámicos y pasan mucho más tiempo acostados. Si detectas esto en tu mascota, invítalo a que se mueva o juegue y procura alimentarlo de forma saludable. En cambio, los gatos muy senior pueden presentar una pérdida de peso brusca, por lo que se recomienda hacerles un seguimiento veterinario exhaustivo y ofrecerle alimento con proteínas de altas calidad especialmente formulado para cubrir las necesidades específicas de esta etapa. 

Cambios de humor y comportamiento

Con el paso de los años es frecuente que se altere el ciclo sueño-vigilia, y que se reduzca su capacidad para tolerar ciertos factores estresantes, así como modificaciones en las rutinas y en el ambiente. Estos hechos pueden dar lugar a comportamientos que el gato nunca antes había mostrado. Están además más predispuestos a ciertas patologías que pueden ocasionar cambios de comportamiento como único signo visible. Algunos de los cambios que más frecuentemente encontramos son las micciones/defecaciones inapropiadas, ansiedad, inquietud, postración o diminución de movimientos, maullidos en horas nocturnas, disminución en las interacciones sociales, disminución de aseo y alteraciones en la ingesta de alimentos. 

La importancia de aumentar las visitas al veterinario

A medida que pasen los años, procura que las visitas al veterinario sean más frecuentes para vigilar cualquier síntoma y detectar a tiempo problemas renales o tumores, dos de las enfermedades más comunes en gatos de edad avanzada. En general en cualquier etapa, pero especialmente en los gatos senior, debe alertarnos cualquier cosa que no estuviese sucediendo de manera habitual en su vida cotidiana: los cambios de comportamiento, la movilidad, la falta de apetito o el aumento del mismo, pérdida de peso, que beba más de lo normal o que deje de beber, cambios en su respiración, mal olor o persistente, lesiones cutáneas que no cicatrizan, inflamaciones que crecen o persisten, etc.

Además muchos de los problemas de salud de un gato geriátrico son crónicos y progresivos, de tal forma que un diagnóstico temprano y el correspondiente tratamiento son pasos importantes para lograr un buen manejo de las enfermedades que puedan surgir, así como del dolor, y de esta manera conseguir una calidad de vida adecuada para nuestro compañero. 

¿Hay que cambiar de alimentación?

Es un aspecto que tenemos que tener muy en cuenta, puesto que los requerimientos energéticos de mantenimiento aumentan en animales geriátricos, uno de los motivos por los cuales son más susceptibles a la pérdida de peso y deben recibir mayor energía (a excepción de los casos de obesidad). Además, su digestión es menos eficiente, particularmente de las proteínas y las grasas. Otro factor importante es la aparición con el paso de los años de los cambios fisiológicos, la presencia de enfermedades y la disminución de apetito.

¿Cuál es la media de vida en un gato?

Se podría decir que aproximadamente unos 15 años, tratándose de gatos domésticos. En general son animales que visitan al veterinario para controles preventivos menos que los perros, y cabe destacar que la tendencia está cambiando. La habituación a controles veterinarios, la alimentación y los cuidados van en aumento, lo que nos proporciona que cada vez puedan llegar a vivir más. 

Deborah García, especialista en Medicina Felina de AniCura Abros Hospital Veterinario

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