Con las nuevas tecnologías desarrolladas que podemos aplicar a medicina veterinaria, la cirugía ha experimentado importantes avances.
En nuestro hospital realizamos cirugías a diario mediante láser y electrocoagulación, lo que nos permite acortar los tiempos de cirugía, disminuir sangrado (eliminando en muchos casos el uso de suturas ligadura de vasos sanguíneos), mejorar la cicatrización de las heridas y controlar mucho mejor los procesos dolorosos.
Todo ello nos lleva a disminuir el riesgo durante la cirugía y que la recuperación postquirúrgica sea más rápida, con un mejor control del dolor durante todo el proceso.
Con el electrobisturí podemos realizar la cirugía al tiempo que conseguimos disminuir el sangrado.
Cirugía laser: La tecnología al servicio de la medicina:
¿Qué puede hacer la cirugía laser por el bienestar de nuestras mascotas?
Desde que empezó a usarse en diferentes ámbitos de nuestra vida, el láser ha sido desarrollado para multitud de aplicaciones, y entre ellas la medicina. En medicina humana, la cirugía láser es usada en múltiples campos y en veterinaria, algunos centros somos pioneros en su uso, aplicando las ventajas que ya conocemos en medicina humana a la salud y el bienestar de nuestras queridas mascotas: hemos conseguido aplicar instrumental de alta tecnología, desarrollado en otras profesiones, para ser utilizado en nuestros hospitales.
¿Qué ventajas nos proporciona?
La tecnología láser no es algo del futuro, es ya una realidad que nos proporciona múltiples beneficios y utilidades, logrando curar patologías que no han podido ser resueltas de manera eficiente con cirugía tradicional o en los cuales el riesgo es mucho mayor. Conseguimos más exactitud, y la precisión de una fracción de milímetro, controlando puntos hemorrágicos, eliminando por fotoevaporación el tejido dañado.
¿Para que usamos el láser?
Nos ayuda en el tratamiento de múltiples patologías, siendo la primera elección en algunas de ellas, que en ocasiones no pueden realizarse de otra forma o si se hacen, es asumiendo riesgos mucho mayores. La tecnología láser nos permite realizar las mismas cirugías, pero de forma más rápida, segura y precisa, disminuyendo riesgos y acelerando la recuperación. Hay patologías donde el láser es irremplazable, yendo su uso desde ablaciones tumorales, (como épulis, papilomas, neoplasias orales, cutáneas, vesicales, palpebrales o glandulares) , cirugía para tratar el síndrome del perro braquiocefálico (cirugía de laringe, narinas), cirugía ocular (distiquiasis, cirugía del 3º parpado, entropión), cirugía bucal (estomatitis felina, gingivectomia), biopsias, cirugía del pabellón auditivo, pene o tratamiento de heridas.
La mascota sometida a un procedimiento láser se recupera más rápidamente, acortando la recuperación y disminuyendo la duración de los días de hospitalización, transformando incluso algunas cirugías que antes requerían unos días de hospitalización en procesos ambulatorios, pues eliminamos la necesidad de hospitalización postquirúrgica. Con la cirugía láser, provocamos menos trauma, menos dolor y menos inflamación del tejido, conseguimos tiempos anestésicos más cortos, y la cicatrización es mejor. La suma de todo ello da como resultado una recuperación más rápida y confortable, consiguiendo una mejor calidad de vida para nuestras mascotas.
Las principales ventajas para nuestras mascotas podemos resumirlas:
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Conseguimos disminuir la hemorragia, ya que el láser CO2 sella los pequeños vasos sanguíneos y evita el sangrado, con lo que además acortamos el tiempo de cirugía, ya que evitamos tener que realizar hemostasia con pinzas, suturas, lo que además provocaría una mayor inflamación y dolor de los tejidos. Evitamos el sangrado durante la cirugía y además también después de esta.
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El uso del láser reduce considerablemente el dolor, ya que el haz de luz del láser CO2 corta los terminales nerviosos y los sella al mismo tiempo, disminuyendo de forma muy considerable el posible dolor quirúrgico, con lo cual se necesita menos anestesia durante la cirugía, pero lo que es más importante es que después del proceso quirúrgico, el nivel de dolor es mucho menor, con lo que necesitamos administrar menos medicamentos analgésicos y la recuperación es más rápida.
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Reduce las posibilidades de infección, porque el láser “quema”, con lo que a medida que incide el tejido destruye bacterias, aspecto vital cuando trabajamos en zonas contaminadas como la boca, laringe o piel. El láser destruye vaporizando el tejido desvitalizado y las bacterias, dejando sólo el tejido sano. Disminuimos así el riesgo de infecciones postoperatorias.
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Reducción de la inflamación: Cada vez que manipulamos un tejido, lo estamos agrediendo y provocamos un proceso inflamatorio, ya que el organismo, mediante sus sistemas circulatorio y linfático responde a la agresión, como fase inicial de la cicatrización. Sólo cuando esa respuesta es excesiva, aparecen fenómenos patológicos como el dolor. Con el láser disminuimos la inflamación gracias a que por un lado cauteriza y sella los vasos linfáticos, reduciendo la inflamación postoperatoria y por otro, al no contactar con el tejido, no lo agredimos, lo que conlleva a una recuperación más rápida y agradable.
Disponemos, en resumen, hoy, de una poderosa herramienta para ayudarnos a hacer mejor la vida de nuestras mascotas en multitud de ocasiones y poder darles una vida más larga y con mejor calidad, frente a patologías que pueden llegar a sufrir.