Muestras de tejido y muestras celulares

Si se produce una alteración de un tejido, como es un bulto en la piel, una inflamación de las encías o picor y enrojecimiento de las orejas, por lo general el veterinario tendrá que tomar una muestra de la alteración para poder realizar un diagnóstico seguro. Esto puede hacerse mediante las técnicas de frotis, impronta, biopsia o punción aspiración con aguja fina (PAAF).

Las muestras de tejido se analizan en laboratorios que cuentan con personal especializado. Además de los exámenes citológicos o histopatológicos habituales, pueden emplearse avanzados métodos inmunológicos y genéticos para realizar análisis especiales de las muestras de tejido.

Una vez tomada la muestra, las células del tejido se extienden en un portaobjetos que se envía al laboratorio, donde se procede a teñirlas con líquidos de tinción que colorean los diferentes tipos de células de forma distinta para permitir su identificación. El objetivo suele ser averiguar si la alteración de un tejido es una inflamación o un tumor, es decir, si la muestra contiene células tumorales o inflamatorias. También puede buscarse la presencia de parásitos, bacterias u hongos.

Identificar de forma específica el patógeno que produce el problema ayudará al veterinario a elegir el protocolo de tratamiento más adecuado para tu mascota.

Frotis

Para obtener muestras con la técnica del frotis se utiliza un bastoncillo de algodón que se desliza cuidadosamente sobre la superficie de la zona afectada. Esta técnica puede emplearse en caso de ojos irritados o picor de orejas.

En casos de anemia también es muy probable que el veterinario utilice esta técnica para poder observar de forma más detallada las células sanguíneas de tu mascota al microscopio y así poder determinar el tipo de anemia y tratarla adecuadamente. En este caso se utilizaría una pequeña gota de sangre como muestra.

Impronta

La impronta se obtiene presionando una superficie contra un portaobjetos, de modo que las células del tejido se adhieran al cristal para poder teñirlas y estudiarlas.

Esta técnica se aplica, por ejemplo, para estudiar las células de una neoplasia que se ha extirpado.

Punción aspiración con aguja fina

Esta técnica consiste en introducir una aguja, acoplada a una jeringa vacía, en un tejido alterado (o presuntamente alterado), por ejemplo, un ganglio linfático agrandado o un bulto en la piel. Con la jeringa se genera una presión negativa en la aguja que hace que se aspiren células.
Seguidamente, la muestra se expele en un portaobjetos, se tiñe y se analiza en el microscopio. Con esta técnica no se conserva la organización celular normal del tejido y la aspiración puede dañar las células, de ahí que este tipo de toma de muestras no siempre tenga valor diagnóstico. Dependiendo de la parte del cuerpo donde se deba tomar la muestra, la punción aspiración puede realizarse sin anestesiar al gato o al perro.

Biopsia

Esta técnica consiste en extraer una muestra de tejido en la que las células conservan su organización de conjunto. En función del órgano donde se deba tomar la muestra, se administra anestesia general o tranquilizantes al animal y/o se aplica anestesia local. Si se trata de una biopsia cutánea, se rasura y lava la zona de donde se va a extraer la muestra.
La muestra de tejido se deposita cuidadosamente en un fijador para su posterior envío a un laboratorio histopatológico, donde la prepararán, teñirán y analizarán en el microscopio.

Los veterinarios especializados en patología se encargan de valorar la muestra y de dar los resultados, que pueden tardar de una a tres semanas, dependiendo de cuánto tiempo se requiera para preparar la muestra antes de analizarla.
Si la biopsia se extrae de la piel, queda una pequeña incisión que se puede cerrar con suturas en función de su tamaño. Suele utilizarse un hilo que se elimina solo, pero de no ser así, los puntos se quitan después de aproximadamente una semana o diez días.

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