Al sufrir diarrea, el gato produce heces blandas o acuosas, pudiendo también defecar con más frecuencia de lo normal. La diarrea no es una enfermedad en sí, sino un síntoma de un trastorno con varias causas posibles.
Muchos gatos padecen tarde o temprano trastornos intestinales temporales en forma de diarrea. Sobre todo en los ejemplares más jóvenes, el motivo suele estar en una infección intestinal provocada por parásitos, virus o bacterias. El pronóstico suele ser bueno mientras mantenga un estado de salud aceptable y se alimente como de costumbre.
Otras causas de la diarrea pueden ser:
- Alimentación: Es posible que el gato haya ingerido algo que no tolera, como plantas tóxicas, comida en mal estado o piensos ante los que muestra hipersensibilidad.
- Medicación: Ciertos fármacos pueden irritar el estómago y el intestino, entre otros, los analgésicos y algunos tipos de antibióticos.
- Otra enfermedad intestinal: Trastornos crónicos del intestino que alteran el funcionamiento de este y originan diarrea en el animal. Aquí se incluyen, entre otros, la enfermedad intestinal inflamatoria y tumores intestinales.
- Una enfermedad en otra parte del cuerpo: La diarrea puede constituir un síntoma de un proceso patológico en, por ejemplo, el hígado, las vías biliares o el páncreas.
Síntomas
Los síntomas pueden variar dependiendo de la causa subyacente. Aparte de la diarrea, el gato puede experimentar vómitos, pérdida de apetito, a veces fiebre, deterioro generalizado del estado de salud, adelgazamiento y, en algunos casos, mal estado del pelaje.
¿Cuándo debe visitarse al veterinario?
Busca asistencia veterinaria de urgencia en los casos siguientes:
- El gato no come. Los gatos son sensibles al ayuno y sus órganos internos pueden resultar dañados incluso con un breve período de privación de alimentos.
- El gato pierde mucho líquido o no bebe. Es incapaz de retener el agua.
- El gato presenta un mal estado de salud.
- Se sospecha que el gato ha ingerido algo tóxico.
- Se sospecha que el gato ha ingerido algo que puede haberse quedado atascado en el intestino.
- La diarrea y los posibles vómitos contienen sangre.
Busca asistencia veterinaria también en los casos siguientes:
- Si la diarrea no cesa tras aplicar los consejos dietéticos.
- Problemas recurrentes de diarrea.
Diagnóstico
En la visita al veterinario, este preguntará la edad del gato, cuánto tiempo lleva con diarrea, el aspecto de las heces y su frecuencia de defecación, si el animal muestra un apetito normal, si ha vomitado, si es un gato casero o de exterior, si se le ha desparasitado, si ha perdido peso, el tipo de pienso que come, su temperatura corporal, si sigue alguna medicación, etc.
El estudio clínico a menudo se suele complementar con análisis de sangre, radiografías y, en ocasiones, con ecografías y análisis de heces y orina. Si se sospecha que el gato alberga algún cuerpo extraño en el intestino puede realizársele una radiografía de contraste.
Tratamiento
Algunos gatos precisan ser ingresados para suministrarles suero intravenoso, alimentación, etc. En otros casos pueden tratarse en casa con una dieta blanda y medicación que proteja el intestino. Podrán aplicarse terapias adicionales en función de la causa subyacente.